Da empleo a 10.000 personas

Fundido a negro en los cines españoles: sin público, sin estrenos y con deudas

La pandemia y la falta de estrenos cierran los cines españoles y ya no hay una sala abierta en Menorca, el centro de Ávila o Móstoles. En Madrid se han reducido en 40 años de 160 a 23 y la sangría se agudiza.

Fachada de los Cines Callao en la que se ve una pantalla con un crespón azul durante el pasado mes de abril.
Fachada de los Cines Callao en la que se ve una pantalla con un crespón azul durante el pasado mes de abril.
Europa Press

Cuando el pasado 26 de junio las salas de cine volvieron a abrir sus puertas en España después de tres meses y medio cerradas por la pandemia muchas de ellas lo hicieron proyectando ‘Cinema paradiso’, el homenaje al cine del italiano Giusepe Tornatore que se llevó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1988. Cuatro meses después, el sector de la exhibición cinematográfica vive en España un auténtico infierno, ahogado por la falta de estrenos debido a la política de las ‘majors’ estadounidenses de aplazar los ‘blockbuster’, como la última entrega de la saga James Bond, hasta 2021; la falta de respuesta del público este verano o la limitación del aforo de las salas por la pandemia de la Covid 19. 

A mediados de septiembre se apagó la pantalla de los Cines Canal Salat en Ciudadela, la última sala que quedaba abierta en toda la isla de Menorca (95.000 habitantes en invierno y 215.000 en verano); el cine Paz, el cuarto más antiguo de Madrid y que data de 1943, cierra "temporalmente" sus puertas; en Ávila, desde enero de 2016 no quedan ya salas abiertas en el centro de la ciudad; en Móstoles (206.000 habitantes) o en Algeciras (120.000), por hablar de dos ciudades de más de 100.00 habitantes, ya hace tiempo que no hay ni un solo cine; y en Palencia (105.000) las salas cierran los lunes y los martes tras la medida de la Junta de Castilla y León de limitar el aforo a 25 personas para frenar la segunda ola de contagios. 

En los años 70 del siglo pasado había en la ciudad de Madrid 160 cines. Hoy apenas quedan 23. A este paso, ¿quedarán cines abiertos en la España de 2021? De momento, según la FECE (Federación de Cines de España), donde quieren ver el vaso ‘medio lleno’, ahora mismo están abiertas el 85% de las 3.519 salas (que corresponden a unos 600 cines) que hay en España y "los cines que están cerrados lo están de manera temporal a la espera de la llegada de grandes estrenos". 

La patronal de los exhibidores explica que "se suele hablar mas de lo negativo que de lo positivo. De la misma forma que se cierran cines, también se abren cines todos los años y con mejores instalaciones y nuevas tecnologías". 

No es el caso de Andreu Torres y Jaume Mayans, gestores de Cinemes Canal Salas S.L., que a mediados de septiembre apagaban los proyectores de sus salas en Ciudadela y dejaban así a la isla sin cine porque las salas de Ocimax en Mahón también permanecen cerradas desde marzo. "Nos estamos haciendo a la idea de haber tenido que cerrar. Ha sido un disgusto grande. Somos una pequeña empresa familiar", con siete trabajadores, "que no ha podido asumir las pérdidas generadas desde el comienzo de la pandemia. Las perspectivas en el mundo del cine son bastante pesimistas. No hay películas que arrastren al gran público porque los grandes estrenos se han pospuesto y no se prevé que la normalidad vuelva antes del segundo semestre de 2021 y así a nosotros nos es imposible aguantar. No podemos asumir los gastos fijos que se generan", explica Mayans, quien ofrece un dato significativo: "Desde que abrimos con la desescalada, el 2 de julio, pensamos que esto se podría reactivar, en Menorca había desaparecido prácticamente el virus, pero los dos meses que hemos tenido abiertas las dos salas han sido un desastre y hemos tenido una recaudación de un 70% menos de lo habitual. La asistencia media estos meses ha sido de 500 espectadores semanales cuando antes era 3.000 o 4.000 porque aquí en verano venía mucha gente. Así era imposible continuar".

Torres y Mayans, que disfrutaban en sus salas de una concesión municipal, cuentan que "la cosa, antes de la pandemia, iba muy bien porque ya habíamos recuperado la inversión de equipamiento de las salas que habíamos realizado y la cosa iba bien. No para hacernos millonarios, pero sí para mantener los siete sueldos, pero la pandemia ha sido definitiva", sentencia Jaume Mayans.

Según el estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), en España solo 471 de sus 8.130 municipios cuenta con al menos una sala de cine y el 67% de las mismas se ubica en poblaciones con más de 50.000 habitantes. Una de ellas es Palencia, cuyos dos cines operativos (el otro solo abre sus puertas en verano, y en manos de la misma familia) cierran a partir de ahora los lunes y los martes. "Con las restricciones que tenemos, nos es muy difícil sacar viabilidad a nuestra empresa", explica el gerente de los cines Ortega, Avenida y OMY, Javier Margareto, "ahogado" por las restricciones que fijan en solo 25 espectadores el máximo posible. "Nuestro sector está muy tocado. Estamos con un 75% menos de espectadores con respecto al año pasado. Es muy difícil sustentar esto con unas instalaciones como las nuestras, que son muy grandes. Cuanto más grande eres, más gastos hay. Y también queremos que se valore un poco el esfuerzo que se está haciendo por la cultura y el ocio", asegura Javier Margareto.

La pandemia ha herido, quizás de muerte, a las salas de cine en España, y eso que estas venían de unos años "muy buenos", ya recuperadas del tsunami que para ellas fue la crisis del 2008. Según los datos de la FECE, las salas de cine registraron un año histórico en 2019 con una recaudación de 624,1 millones de euros y 105,5 millones de espectadores, el mejor resultado de los últimos 10 años, y una inversión estimada de 100 millones de euros destinada a la apertura de nuevos complejos, remodelación de cines e instalación de nuevas tecnologías, que representan un total de 153 pantallas nuevas a disposición de los espectadores. Desde el año 2013, cuando la asistencia a salas de cine cayó hasta los 76.9 millones de espectadores, el cine ha experimentado un crecimiento sostenido año tras año y ha recuperado en los últimos seis años cerca de 30 millones de espectadores, pasando de 76,9 en 2013 a 105,5 en 2019, lo que supone un crecimiento del 37%, el mejor dato de evolución de espectadores de los principales países europeos. 

Según los datos proporcionados por los exhibidores, los cines españoles emplean a 10.500 trabajadores y a través "del efecto directo, indirecto, inducido y catalizador", el sector contribuye a generar un valor añadido bruto de "1.876 millones de euros y 32.681 empleos".

Pero llegó el coronavirus y mandó parar. El último golpe a las salas ha sido el aplazamiento hasta la primavera de 2021 del estreno de la última película de James Bond, 'No Time to Die'. Tras este anuncio, los cines Regal y Cineworld, solo esta cuenta con 663 salas y 45.000 empleados, decidieron cerrar en Estados Unidos y el Reino Unido. Incluso, la Confederación Internacional de Cines Arthouse (CICAE) acaba de lanzar un comunicado en el que remarca la delicada situación de los cines como espacios culturales y cómo su supervivencia pende de un hilo, a no ser que las instituciones públicas entren en acción y se destine parte del Fondo de Recuperación de la Unión Europea, hablan del 2% del fondo, a las industrias culturales. 

En este sentido, en España, desde FECE, la organización presidida por Juan Ramón Gómez Fabra, explica a la Información que "nuestra principal preocupación era estar dentro de la prorroga de los ERTE como uno de los sectores mas afectados por la pandemia. Finalmente estamos incluidos y esta medida supone un gran alivio para los cines y una forma de evitar que esos cierres temporales se transformen en definitivos. Por otro lado, creemos que las administraciones locales tienen en su mano apoyar y defender el tejido industrial y cultural de las ciudades ya sean cines, teatros etc… Medidas como desgravaciones de impuestos como IBI, IAE, basuras etc… O ayudas a los alquileres son muy necesarias, ya que la recuperación va a ser muy lenta".

La Federación de Cines de España también critica a las ‘majors’ y su política de retrasar los grandes estrenos en espera de tiempos mejores o de la ansiada vacuna contra el virus que nos azota. "Los cines en España están abiertos, el público muestra una fuerte predisposición por ir al cine pero nos faltan los estrenos de las películas. El retraso en el calendario de los estrenos esta lastrando la recuperación del sector. Nuestras estimaciones eran comenzar con la recuperación de la demanda en septiembre para llegar a octubre y noviembre a niveles similares a los del 2019. Pero, debido a las cancelaciones de películas, estamos lejos de alcanzar estas cifras en el corto plazo. Es el principal problema para los cines. Según las encuestas a consumidores que hemos estado realizado este verano un 60% de los encuestados comentaban que irían al cine cuando hubiera un gran estreno. Este dato se ha ido confirmado con los estrenos de ‘Padre no hay mas que uno 2’, ‘Tenet’ o ‘After’, que han sido respaldados por el público. Los espectadores quieren venir al cine, pero la falta de estrenos los frena".

Los hermanos Góngora, Mariano y Carolina, propietarios de los cines Paz de Madrid no viven de los ‘blockbuster’. Su mercado se centra en el cine independiente, mayomente europeo, y dirigido a un público de mediana edad y, en buena parte femenino. "Las señoras del Paz, las llaman", apunta Carolina Góngora, en medio de las butacas vacías de una de las cinco salas de su cine y con la gran pantalla apagada observándonos como mudo testigo. El Paz, sito en la calle Fuencarral, ha decidido cerrar, "temporalmente" insiste una de sus propietarias, debido a las nuevas restricciones impuestas por el confinamiento de Madrid y porque ven que la taquilla no remonta semana a semana. Tras 77 años de historia -el Paz se inauguró en 1943 y desde 1978 lo regenta la familia Góngora- es el segundo cierre, el anterior fue el obligado del mes de marzo, de esta emblemática sala.

"Cerramos en marzo y reabrimos el 26 de junio como casi todos los cines de España. Abrimos con nuestras 5 salas, con todos los empleados", doce en total, "y con estrenos todos los fines de semana porque nosotros somos referentes en España en una cartelera independiente en versión doblada. Hemos tenido estrenos todas las semanas y alguna con dos o tres estrenos. Pero lo que nos ha faltado es el público. Hemos atraído a un público joven, aunque nuestro público mayor, que es muy fiel, no ha salido". ¿La causa?. "No la sabemos, puede ser el miedo a salir, a coger el transporte público..." Así, suman "las mismas pérdidas de todo el sector, solo hemos hecho un 30% de la recaudación habitual, pero somos una empresa familiar, que no tiene ese pulmón económico que tienen otros y hemos decidido cerrar y no seguir con esas pérdidas brutales y volver a abrir cuando vuelva todo el mundo". 

"Y no solo al cine sino que vuelva la gente a la calle, que vuelva la vida y volveremos a poder hacer las cosas que hacíamos siempre. Y ahí estaremos nosotros porque el cine es cultura, es vida, es algo necesario. Nosotros pensábamos que con esta pesadilla, esta vorágine, la gente querría sentarse dos horas en un cine, evadirse... Pero no ha sido así, la respuesta no ha sido la que esperábamos y con estas nuevas restricciones que vive Madrid pues ya ha sido la puntilla". 

Los cines Paz, en una calle de Madrid que antes, hace no mucho, contaba con 8 cines y ahora sólo hay dos. El Paz, ahora apagado, y el Cinesa Proyecciones, casi enfrente. Como metáfora de la situación que viven los cines en España, y pegado a los cinez Paz, prácticamente puerta con puerta, el mítico cine Roxy, cerrado hace ya algunos años, se transforma en un supermercado de una conocida cadena, que anuncia su apertura para este próximo 21 de octubre. "Nosotros también hemos recibido muchas ofertas de multinacionales para vender o alquilar este espacio", reconoce Carolina, "pero nuestra apuesta es el cine porque, además, había funcionado muy bien en los últimos años y porque es nuestra pasión y tenemos casi la obligación moral de continuar y de seguir ofreciendo al público madrileño una oferta cultural como esta". Por eso, sentencia, "volveremos cuando todo mejore".

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