Gabriel estuvo casi "una hora con posibilidad de salvarse con una llamada"

Ana Julia Quezada
Ana Julia Quezada
Europa Press

El letrado Francisco Torres, abogado que ejerce la acusación particular en la causa contra Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz, ha reiterado este lunes que el pequeño estuvo "cerca de una hora con posibilidad de salvarse de haber habido una simple llamada". Durante su intervención en el inicio de la vista con jurado popular, ha mantenido que la muerte del niño no fue un accidente, como mantiene la defensa de Quezada.

De haberlo sido -ha argumentado al respecto- la mujer pudo haber llamado al 061, a la Guardia Civil o a cualquier servicio de emergencias para socorrerlo, pero no lo hizo. "No cabe tanta maldad, hacer tanto daño a un niño", ha dicho Torres, quien ha apuntado a que el móvil de Quezada fue doble, "económico" y porque "Gabriel le estorbaba". "Jamás he visto escenas de tanta maldad", ha reiterado.

Además ha sostenido que aprovechó que el padre del menor, Ángel Cruz, trabajaba el 27 de septiembre del año pasado para llevarse al pequeño a una finca de Rodalquilar (Níjar, Almería), con cualquier "pretexto", un lugar "donde nadie te va a escuchar, apartada del mundo".

"En esa finca mata al niño", ha dicho Torres, quien ha negado que Gabriel muriese por asfixia directamente, sino que primero sufrió diversas lesiones y que cuando Quezada iba a enterrarlo se dio cuenta de que respiraba y lo asfixió. En su opinión, "se le fue de las manos" porque no esperaba que hubiese tanta afluencia de personas en un pueblo con unos cincuenta habitantes.

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