Declaración como imputado

Galán ante el juez: "Jamás he visto a Villarejo, ni he sabido de su existencia"

El presidente de Iberdrola aseguró que no tenía ningún conocimiento de que se contrató con Cenyt, ya que es "técnicamente imposible" saber cuáles son las 19.000 empresas que trabajan como proveedores.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (d), a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como imputado en la ‘Tándem’, a 18 de enero de 2022, en Madrid, (España). El presidente de Iberdrola acude a declarar por los sucesivos encargos que durante años se habrían efectuado al ahora comisario jubilado José Manuel Villarejo. En junio de 2021 Sánchez fue imputado por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil. Sin embargo, no fue hasta diciembre, una vez que la Sala de lo Penal resolvió una serie de recursos pendientes, cuando se puso día y hora a su comparecencia, fijada para hoy.
18 ENERO 2022;SANCHEZ GALAN;IMPUTADO;TANDEM
Marta Fernández / Europa Press
18/1/2022
Galán ante el juez: "Jamás he visto a Villarejo, ni he sabido de su existencia".
Europa Press

El pasado 18 de enero, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se enfrentó a su declaración como imputado por la contratación de las empresas del comisario jubilado José Manuel Villarejo"Jamás lo he visto, jamás he conocido de su existencia hasta que en los medios de comunicación salió en esa vídeo, que sale por todas partes, llegando a no sé qué juzgado y empezó a aparecer en todas partes", contestó rotundamente al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón tras ser preguntado por su posible relación con el expolicía, según se recoge en la transcripción de la comparecencia, a la que ha tenido acceso La Información. 

Esta afirmación tuvo lugar prácticamente al inicio de su declaración, después de hacer un repaso de su trayectoria profesional pasando por Airtel -que posteriormente se transformó en Vodafone- hasta llegar a 2001 cuando entró en Iberdrola. "No lo he conocido, no lo he visto nunca, no he hablado jamás con él y no he tenido más que conocimiento por los medios de comunicación", continuó diciendo Sánchez Galán, que aseguró que la primera vez que escuchó hablar de Villarejo fue cuando estalló la 'operación Tándem' y su detención. De este modo, lanzó desde un principio un mensaje claro: él no tenía nada que ver con los servicios que desde la eléctrica se abonaron al Grupo Cenyt, el entramado empresarial liderado por Villarejo.

Así, tras apuntar que el exjefe de Seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo, uno de los principales imputados en este procedimiento por llevar a cabo la contratación el agente encubierto, no dependía directamente de él, el máximo responsable de eléctrica destacó que si no tenía ningún tipo de conocimiento del comisario, ni que éste entonces se encontraba en servicio activo en la Policía Nacional -de ahí la presunta comisión de un delito de cohecho-, "con menos motivo" sabía cuál era su empresa

Un argumento que justificó al insistir varias veces que la compañía que dirige es una sociedad con "19.000 proveedores" que "emplean a 400.000 persona en el mundo". "Obviamente, conocer las 19.000 empresas que trabajan para Iberdrola es técnicamente imposible y conocer a las personas que trabajan en estas empresas sería mucho más difícil", añadió, indicando que tampoco sabía qué era Casesa, la empresa de seguridad extinta que también prestó servicios a la multinacional vasca y sobre la que el juez indaga si también se pagaron sus servicios de manera irregular.

Carga sobre Asenjo

Ya entrando más de lleno en la declaración, a las preguntas del juez instructor -que trasladó que no tenía intención de "pillarle en nada"- sobre si Asenjo tenía facultades para contratar personal de seguridad, como podía ofrecer Cenyt, Sánchez Galán explicó que Iberdrola trabaja con un "sistema descentralizado en el que los directores tienen autonomía y tienen que tener iniciativa para tomar las medidas que consideren oportunas", lo que significa que el encargado del departamento de Seguridad "no tenía ningún tipo de limitación" en esta materia. De este modo, el presidente de la primera compañía eléctrica a nivel nacional trataba de marcar distancias sobre la actuación de Asenjo, a quien cargó toda la responsabilidad de las presuntas irregularidades cometidas: "Este señor no dependía de mí, no despachaba conmigo. Por tanto, tomaba las decisiones consideradas más oportunas en beneficio de la empresa".

En este contexto, el juez leyó algunos extractos de las conversaciones grabadas, que obran en el sumario de la causa, en las que intervienen Asenjo con Villarejo y en las que éste último hace alusión al presidente de Iberdrola como "el jefe", "señorito" o "don Ignacio". Sánchez Galán eludió responder preguntas al respecto con el argumento de que él no estuvo presente en esos encuentros y por tanto no podía ofrecer detalles. Una respuesta que no fue válida para el instructor, que siguió insistiendo en esta cuestión para hacer entender su imputación y la gravedad de su contenido, puesto que hacen referencia a interceptaciones telefónicas para el desarrollo de los diversos proyectos de espionaje a empresarios, representantes sindicales y grupos de ecologistas que luego, presuntamente, se camuflaron en facturas falsas por más de un millón de euros.

Sin embargo, Sánchez Galán reiteró que el control de las funciones del director de Seguridad no estaba dentro de su "responsabilidad primaria de conocimiento" y que no podía ayudarle con este asunto. Eran las únicas cosas que yo hablaba con Asenjo” a lo que el juez replicó que "ningún jefe de seguridad se atrevería, siquiera, a tocar gente tan importante por sí mismo", en alusión al expresidente de Endesa Manuel Pizarro o el presidente de ACS, Florentino Pérez, ambos personados en la causa como perjudicados. "No tiene mucho sentido", concluyó el magistrado. Tampoco otorgó mucha credibilidad el fiscal Anticorrupción Miguel Serrano, que espetó que le sorprendía el "desmarque" que, en su opinión, estaba haciendo el presidente de Iberdrola a lo largo de su declaración y recalcó que "en un mundo de hiperliderazgo, los jefes conocen hasta los más mínimos detalles".

"Condena" los espionajes

Pero el asunto no quedó zanjado ahí. Sánchez Galán aprovechó para "condenar" los espionajes que se realizaron a ambos empresarios, sobre los que aseguró que no estaba "obsesionado" con ellos. En concreto, sobre Florentino, a quien en todo momento se refirió como "esa persona", apuntó que en su momento tuvieron "diferencias desde el punto de vista empresarial que fueron saldadas por el apoyo masivo de los accionistas hacia el consejo de Iberdrola y hacia mi persona", en relación a la intención de una OPA en 2007, y que posteriormente los aspectos legales de este asuntos se saldaron en el Tribunal Supremo. Así, el presidente de Iberdrola enfatizó que "jamás hubiera autorizado hacer ningún tipo de análisis a esas personas, ni lo he conocido ni lo hubiera autorizado en ningún momento. 

Ello le llevó a pedir al juez instructor a que investigue el "espionaje" que, según ha plasmado en varios escritos, sufrió por parte de Villarejo "en un pueblo de Zamora" y que "consta en sus papeles", en referencia a las agendas que fueron incautadas al comisario jubilado. En ellas, afirmó Sánchez Galán, "consta también la obsesión que tenía esa persona que usted ha citado (Florentino Pérez) hacia… está obsesionado con Galán"

Del Olmo "hizo las cosas mal"

Por otro lado, la declaración también se centró en uno de los exdirectivos que se ha convertido en su principal enemigo, el exjefe de Control Corporativo de Iberdrola José Antonio del Olmo, que elaboró en 2004 un informe que depositó ante notario y en el que alertaba de que la cúpula directiva sabía que los pagos a Villarejo se realizaban fuera del cauce legal. Este informe, que salió a la luz en 2019, ha servido de base para la imputación de Sánchez Galán. Al respecto, el presidente de Iberdrola también cargó responsabilidades de la contratación de Villarejo sobre él, ya que como 'controller' de la compañía era el encargado de validar los pagos. "Este señor firmó unas facturas por considerar que eran válidas (...) si no hubiera firmado el señor del Olmo, jamás se hubieran pagado", sentenció.

En esta línea, Sánchez Galán hizo gala de que cuando llegó a la eléctrica "una de las primeras cosas" que hizo fue implantar "un sistema de código ético y un sistema de protección contra fraude y contra la corrupción y fraude" para denunciar todas las ilicitudes que los trabajadores encuentren, unos cauces que, según señaló, "en ningún momento este señor utilizó, ni a sus jefes para decir que era algo irregular, si es que consideraba que era irregular". Es más, subrayó que Del Olmo, contra quien Iberdrola ha emprendido varias acciones legales en distintos tribunales, "ha tenido 14 años -el tiempo que trabajó para la compañía- para denunciarlo".

Con todo ello, Sánchez Galán "repitió y reiteró" que solo Asenjo y Del Olmo tenían conocimiento de la existencia de "esas facturas con ese señor", es decir con Villarejo, y que por culpa de que el ex 'controller' hizo las "cosas mal" ahora se ha puesto bajo la lupa judicial la actividad de Iberdrola. En este sentido, el presidente de la eléctrica defendió toda la batería de demandas y querellas que se han presentado contra este exdirectivo para proteger "los intereses de la compañía" al sentirse "damnificada". "Estamos aquí sentados porque un señor (Del Olmo) ha hecho las cosas mal. Si ese señor hubiera dicho, aquí hay una irregularidad, no estaríamos ninguno aquí", concluyó.

Mostrar comentarios