Encargo secreto a Villarejo

Galán despidió a su 'delfín' en Iberdrola ante sospechas de competencia desleal

  • El exdirectivo de Seguridad Antonio Asenjo afirma que descubrieron que Pedro Barriuso iba a traicionar a la compañía con un proyecto paralelo.
Parque eólica Iberdrola
Parque eólica Iberdrola

El exdirector de Seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo arrojó este lunes mucha luz sobre los pormenores de los contratos que firmó la eléctrica con José Manuel Villarejo. En su interrogatorio, que se alargó durante más de cinco horas y que continúa este martes, el policía no solo repasó los encargos ya conocidos, sino que también sacó a relucir uno inédito hasta el momento y que se centró en la figura de Pedro Barriuso. El exdirector general de Iberdrola Renovables fue objeto de los trabajos de espionaje del agente encubierto ante la sospecha de Ignacio Sánchez Galán de que su 'delfín' iba a trasladar su conocimiento a un nuevo negocio sobre eólicas en un momento de especial expansión en el sector. 

Fuentes jurídicas consultadas por La Información explican que este fue el segundo trabajo que Iberdrola encargó a Villarejo después de la 'operación Arrow' por los problemas que tenían para construir su central en Arcos de la Frontera (Cádiz). De este modo, la eléctrica recurrió a los servicios de Cenyt en el año 2005 y le abonó 95.000 euros por sus servicios, los cuáles consistieron en verificar que el que fuera director de Energías Renovables pretendía abandonar la eléctrica y llevarse consigo a parte del equipo para montar un proyecto paralelo.

Las fuentes consultadas explican que, ya en 2006, Asenjo trasladó el resultado de las pesquisas a Recursos Humanos y dos días después Galán prescindía de su hombre fuerte tras más de cuatro años integrando el cuadro ejecutivo de la eléctrica. El proyecto empresarial de Iberdrola siempre ha estado orientado al desarrollo de las energías renovables aún cuando todavía no eran unas energías maduras, de ahí que Barriuso fuera tan próximo al presidente de la compañía. Con todo, siete años después de estos hechos, ya en 2013, Blackstone le fichó para dirigir su nuevo proyecto energético Fisterra Energy.

10 millones por espiar a Florentino

En lo que respecta al presunto espionaje a Florentino Pérez, el exdirector de Seguridad detalló que en ningún momento se ordenó este encargo desde la eléctrica y que fue el agente encubierto el que ofertó este servicio a sabiendas de que la compañía vasca temía que la constructora ACS supusiera una amenaza real en el sector. De acuerdo con su versión, Villarejo le propuso seguir el rastro al también presidente del Real Madrid por 10 millones de euros, motivo por el cual Asenjo se negó y respondió que le salía "mejor matarle", de acuerdo con los audios que obran en el sumario de la causa recogidos por El confidencial.

Al respecto, el exdirectivo ha asegurado que se trataron de declaraciones muy poco afortunadas y que se debían a su negativa de espiar al empresario. Sin embargo, la difusión de estos audios llevó a Florentino Pérez a personarse como perjudicado en esta pieza decimoséptima del caso Tándem, en la que llegó a declarar el pasado mes de noviembre. Esa testifical derivó en la apertura de una nueva pieza por presunta extorsión que el magistrado García Castellón archivó la pasada semana al no quedar acreditado que el presidente de ACS fuera chantajeado desde diversos medios de comunicación con publicar información suya comprometida a cambio de importantes cantidades de dinero. 

Asenjo, que se prestó voluntariamente a declarar ante el magistrado instructor el pasado mes de noviembre, es la única persona imputada en esta pieza por todos los trabajos que Iberdrola encargó a Cenyt entre los años 2004 y 2017 y por los que desembolsó poco más de un millón de euros. El policía, que respondió a las preguntas de los investigadores, expuso que algunos de estos trabajos fueron reportados a José Ignacio Sánchez Galán pero que el presidente de Iberdrola no estaba al corriente de las labores de su competencia y tampoco tenía por qué saber en qué consistía el trabajo de un departamento que tenía un presupuesto anual de 140.000 euros.

Relación laboral interrumpida

Con todo, se desligó por completo de las presuntas irregularidades cometidas por Villarejo (Anticorrupción acusa al agente de crear una estructura parapolicial para sus negocios privados) y precisó que si contrató a Villarejo en el año 2004 fue porque se lo recomendó un compañero de policía. Este agente le puso en contacto con el exdirector operativo adjunto (DAO) Miguel Fernández Chico, fallecido en el año 2012, el cual fue el que le habló del Grupo Cenyt. Con todo se ha desligado de Villarejo asegurando que únicamente les unió una relación profesional. 

En esta primera parte de interrogatorio Asenjo trazó las líneas de los encargos y expuso que decidió no seguir contratando a Villarejo muchos de los años en los que estaba en activo porque no quedó satisfecho con algunos trabajos, según las fuentes consultadas. Por ese motivo razonó que la relación se cortó entre los años 2006 y 2009; los años 2009 y 2012 y finamente entre 2012 y 2016. Fue entonces cuando firmó su último acuerdo con el comisario cuando éste ya se había jubilado y que consistió en averiguar todo el patrimonio de la compañía rumana Eolica Dobrogea y su principal accionista Christoph Kapp porque se habían declarado insolventes para afrontar el pago de 11 millones de euros tras el laudo mantenido contra Iberdrola.

La de Asenjo es la segunda declaración que se produce en esta macrocausa después de que compareciera en calidad de testigo el exdirectivo José Antonio del Olmo. El que fuera empleado de Iberdrola ratificó en sede judicial su informe acerca de unas presuntas facturas falsas con las que la compañía habría satisfecho los servicios del agente encubierto y su socio Rafael Redondo. La multinacional por su parte niega la autoría de este documento y ha presentado varias querellas en la Fiscalía de Bilbao y Anticorrupción por delitos de falsedad documental, injurias y calumnias. En un comunicado interno a sus empleados se limitó a rechazar las acusaciones y expuso que había aportado a la investigación un total de 17 facturas con Cenyt.

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