"Si alguien cree que la práctica de lanzar 'globos sonda' o plantear reformas y luego desdecirse no tiene ningún impacto, se equivoca. Esa forma de hacer no le sale gratis al país". El presidente ejecutivo de Garrigues, Fernando Vives Ruiz, ha advertido sobre los efectos perniciosos para la seguridad jurídica de los agentes económicos y, por extensión, para la reputación del país de los 'amagos regulatorios' y al cabo de la utilización del marco normativo con objetivos políticos.
Vives ha recordado que los anuncios de cambios legales no son inocuos sobre las decisiones de los actores económicos, que les pueden empujar a adoptar decisiones anticipando escenarios que igual después nunca se cumplen, y que algo así ha podido ocurrir en la recta final de 2018 a cuenta del paquete de reformas fiscales y de otra naturaleza anunciado por el Gobierno que en muchos casos no se concretó por la caída de los Presupuestos Generales del Estado para 2019.
El presidente ejecutivo del primer despacho del país no considera, sin embargo, que éste sea un problema coyuntural o localizado solo en España. "Los inversores han empezado a descontar una cuota de inseguridad jurídica y de asunción de riesgos cuando invierten no sólo en España sino en cualquier país de Europa. Antes eso solo ocurría cuando se invertía en países en desarrollo, pero en los últimos años eso ha cambiado y también ocurre cuando se invierte en países desarrollados".
Fernando Vives sitúa este cambio de paradigma en los años posteriores a la crisis económica. "Tras la crisis se entendió que era necesario incrementar la regulación, pero se ha demostrado que la regulación no siempre es la fórmula más eficiente para responder a los desafíos, aunque a los despachos sí nos ha incrementado la carga de trabajo".
"Lo que tenemos básicamente es una mala regulación", lamenta Vives, que defiende que cualquier planteamiento de reforma legal vaya acompañado de una memoria económica que pondere no sólo su eventual impacto sobre los presupuestos públicos sino también su potencial efecto sobre el sector que pretende regular.
El despacho canalizó 56.400 millones de actividad económica
En los últimos cinco años los ingresos del despacho se han incrementado en torno a un 10% hasta alcanzar el pasado ejercicio la cifra de 364,6 millones de euros, frente a los 357,13 millones de 2017. Garrigues califica el ejercicio de 2018 como un buen año en el que ha asesorado operaciones corporativas (126 operaciones de fusión o adquisición de compañías y otro buen número de emisiones de deuda) que han movido un capital superior a los 56.000 millones de euros, además de guiar una docena de salidas a bolsa y participar en el 80% de las opas lanzadas en el mercado doméstico.
El despacho incrementó de forma significativa el peso de su negocio internacional, que ya supone al 13,2% de los ingresos totales de la firma, y consolidó su presencia en Latinoamérica donde ya ingresa 25,65 millones de euros, siete veces más que en 2014. Es precisamente en Latam donde Garrigues continúa rastreando opciones para incrementar su despliegue internacional, concretamente en dos mercados: en Argentina y Centroamérica. "Nuestro objetivo no es crecer, salvo que ese crecimiento implique que haya posibilidades de mejorar nuestra rentabilidad", asegura Fernando Vives, y eso es lo que están esperando en esos mercados, una opción de rentabilidad.
Garrigues no tiene previsto abrir ninguna oficina nueva en España y su estrategia es fomentar el crecimiento orgánico y la promoción interna, incrementando la presencia de socios y reforzándose tácticamente en aquellos sectores en los que observen mayores posibilidades de futuro. A día de hoy, el compliance corporativo, el asesoramiento en materia de protección de datos y de propiedad intelectual y el derecho digital, donde el despacho ya se ha reforzado a lo largo de 2018.
Respecto al Brexit, Garrigues no ha detectado todavía ningún impacto reseñable, ni sobre su actividad ni sobre la de sus 3.400 clientes en 79 países. Tampoco lo han detectado en Cataluña, donde el despacho ha obtenido sus mejores resultados durante 2018. "Hay que tener en cuenta que los despachos somos un indicador de la actividad económica, pero un indicador retrasado".
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