Garzón sigue los pasos de Gómez de Liaño, Pasqual Estevill y Ferrín Calamita

  • La condena por prevaricación a Baltasar Garzón coloca al que ha sido el juez más conocido de la historia de España en la misma situación que a otros como Javier Gómez de Liaño, Lluis Pasqual Estevill o Fernando Ferrín Calamita, para quienes este mismo delito supuso el fin de su carrera judicial.

Madrid, 9 feb.- La condena por prevaricación a Baltasar Garzón coloca al que ha sido el juez más conocido de la historia de España en la misma situación que a otros como Javier Gómez de Liaño, Lluis Pasqual Estevill o Fernando Ferrín Calamita, para quienes este mismo delito supuso el fin de su carrera judicial.

El más antiguo de esos precedentes es el del exmagistrado y exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Pasqual Estevill, condenado en julio de 1996 a seis años de inhabilitación por delitos de prevaricación cometidos cuando era juez de instrucción en Barcelona y que cuatro meses después de la sentencia renunció a la carrera judicial.

Pasqual Estevill fue condenado después dos veces más, una por defraudar a Hacienda y otra por haber aceptado sobornos para no encarcelar a personas imputadas en los casos que instruía.

En 1999, el Supremo condenó a Javier Gómez de Liaño a quince años de inhabilitación por un delito continuado de prevaricación cometido dos años antes, cuando era titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional e instruía el "caso Sogecable".

Aunque el 1 de diciembre de 2000, el Gobierno de José María Aznar le indultó, el Supremo aplicó la medida sólo sobre la pena de inhabilitación y rechazó que el indulto supusiera su reingreso en la Judicatura.

Se planteó entonces un conflicto jurisdiccional entre el Gobierno y el alto tribunal, resuelto cuando el CGPJ decidió el reintegro de Liaño en la carrera judicial, con la obligación de solicitar destino en el primer concurso de traslados que se convocara, ante lo que éste pidió una excedencia para dedicarse a la abogacía.

Ha habido más casos, pero el más conocido de los ocurridos en los últimos años es el de Fernando Ferrín Calamita, que ejercía como juez en Murcia y que fue condenado a diez años de inhabilitación por prevaricación por haber retrasado intencionadamente la adopción de una menor, solicitada por la compañera sentimental de la madre biológica.

Una vez que la sentencia del Tribunal Supremo que condena a Garzón a once años de inhabilitación sea notificada al CGPJ, la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces -cuya próxima reunión está prevista para el martes que viene- acordará su expulsión de la carrera judicial.

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