Georgia libera a los presos políticos del anterior gobierno

  • Hasta 190 presos georgianos salieron hoy en libertad después de ser reconocidos como presos políticos por el Parlamento de Georgia, una bofetada del legislativo, controlado desde octubre por el partido del primer ministro, Bidzina Ivanishvili, al todavía presidente y rival, Mijail Saakashvili.

Misha Vignanski

Tiflis, 13 ene.- Hasta 190 presos georgianos salieron hoy en libertad después de ser reconocidos como presos políticos por el Parlamento de Georgia, una bofetada del legislativo, controlado desde octubre por el partido del primer ministro, Bidzina Ivanishvili, al todavía presidente y rival, Mijail Saakashvili.

La nueva mayoría dominada por el partido de Ivanishvili, Sueño Georgiano, que se impuso con claridad en las elecciones parlamentarias del pasado mes de octubre, no tardó en dejar claro que los "espías rusos" y los opositores encarcelados en la anterior legislatura saldrían en libertad y serían rehabilitados.

"El reconocimiento de estos presos políticos desmonta el mito sobre el respeto a la democracia de las anteriores autoridades de Georgia y en particular de Saakashvili", dijo a Efe el presidente del comité de Derechos Humanos del Parlamento, Eka Beselía.

Doce personas que fueron condenadas a penas de entre 11 y 20 años de cárcel por espionaje a favor de Rusia volvieron hoy a sus casas, entre ellas el que fuera número dos de la representación georgiana ante la OTAN, Vajtang Maisaya, condenado en 2009 a 20 años de prisión.

Maisaya fue hallado culpable de transmitir a Rusia información secreta de carácter militar durante la guerra por el control de la república separatista de Osetia del Sur, en agosto de 2008.

"No tenía acceso alguno a información secreta. Durante la guerra di declaraciones a medios occidentales, escribí notas analíticas basadas en informaciones conocidas por mis excolegas de la OTAN, tratando de romper el bloqueo informativo creado por Rusia", explicó a Efe Maisaya horas después de salir de prisión.

El exdiplomático recordó que fue acusado de colaborar "con un ciudadano de Eslovaquia, que era supuestamente un agente de los servicios secretos rusos".

"Estoy seguro de que me arrestaron por un libro que iba a publicar en Londres, en inglés, sobre los sucesos de la guerra entre Rusia y Georgia. Allí detallaba todo lo sucedido, algo que no gustó a las autoridades georgianas", expuso su versión Maisaya.

Entre los amnistiados también está el exdelantero del equipo español de fútbol Real Sociedad e internacional con la selección de Georgia, Guiorgui Demetradze, encarcelado por su presunta relación con el crimen organizado.

Mientras, el presidente georgiano, al que la victoria de su adversario político le ha dejado apenas sin ninguna prerrogativa como jefe de Estado, opuso toda su resistencia para firmar la Ley de Amnistía que dejará en libertad a cerca de 3.000 personas en los próximos dos meses, la mayoría presos comunes.

Saakashvili vetó la ley pero ésta salió adelante gracias al apoyo de las tres quintas partes de los diputados del Legislativo.

Aún así, el hombre que seguirá ostentando la Presidencia hasta octubre de este año, cuando expira su mandato, se negó a firmar la ley y el documento fue ratificado ayer por el presidente del Parlamento, David Usupashvili.

Poco después de la firma, Saakashvili acusó a su adversario político de girar la política exterior del país a favor de Rusia y dar la espalda a Occidente.

"(Ivanishvili) ya habla de repeler los ataques de Occidente, que siempre ha ayudado a Georgia, como en los tiempos cuando los caballeros de las cruzadas luchaban al lado de nuestros guerreros. Es nuestro camino y nuestra elección geopolítica, pero hoy nos estamos apartando de esta vía", se quejó el presidente georgiano.

Saakashvili también acusó al nuevo Gobierno de usar "métodos sucios" para lograr que algunos diputados leales al presidente cambien de bando.

"Amenazaron a uno de los diputados con contarle a su hijo que es adoptado, mientras que al hijo de otro diputado le 'metieron' droga y forzaron a su padre a unirse a la mayoría parlamentaria. Ahora intentan presionar a la diputada Marika Verulashvili con interrogatorios a su marido y familiares", denunció Saakashvili.

La política exterior o lo que algunos entienden como una elección entre Rusia y Occidente, sobre todo Estados Unidos, vuelve a dividir aparentemente en dos a los georgianos, al menos a su clase política.

Los leales a Saakashvili enarbolan la bandera de los valores occidentales y ven en Rusia a su peor enemigo, los seguidores de Ivanishvili apuestan por restablecer puentes con su vecino del norte pero sin renunciar a la integración en la OTAN e incluso en la Unión Europea.

Unos y otros se preocupan por el qué dirán de su pequeño país en el extranjero, como deja claro la dirigente de la ONG "Expresos políticos por los derechos humanos", Nana Kakabadze: "El reconocimiento de que existen presos políticos limpiará la imagen del país en el exterior".

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