Gitai explora las causas del asesinato de Rabin en su nuevo filme

  • En su nueva película "Rabin, the last day", presentada en competición este lunes en la Mostra de Venecia, el cineasta israelí Amos Gitai arremete contra la campaña de violencia que precedió al asesinato del exprimer ministro Isaac Rabin a manos de un extremista judío, hace 20 años.

"Mi objetivo no era crear un culto a la persona entorno a Rabin", dice Gitai. "Más bien quise investigar la campaña de incitación a la violencia que condujo a su asesinato. De alguna manera esta cinta es la comisión de investigación que nunca existió", explica el director de 64 años, autor de varias películas sobre la sociedad israelí como "Kadosh", "Alila" y "Ana Arabia".

Dos décadas después de la muerte de Rabin, firmante de los acuerdos de Oslo y premio Nobel de la Paz, Gitai advierte contra la propagación de un extremismo judío religioso violento y subterráneo, que según él amenaza los fundamentos democráticos de Israel.

Un extremismo que se puso de manifiesto en las últimas semanas con la muerte de tres palestinos, incluyendo un bebé, en el incendio criminal de una vivienda, imputado a radicales, y la de una adolescente apuñalada por un ultraortodoxo durante un desfile por el Orgullo Gay.

Para Gitai, el 4 de noviembre de 1995, fecha del asesinato de Rabin, sigue siendo una "herida abierta en la historia contemporánea de Israel".

Ese fatídico día, en Tel Aviv, unos minutos después de haber pronunciado un discurso frente a decenas de miles de personas en favor de la paz, Yitzhak Rabin fue abatido de tres balazos en la espalda.

Su asesino, Yidal Amir, era un activista de extrema derecha ferozmente opuesto a los acuerdos de Oslo firmado con los palestinos y por los que Rabin, Yaser Arafat y Shimon Peres obtuvieron el Nobel de la Paz en 1994.

Gitai lamenta que la investigación oficial se limitó "a los fallos operacionales, como el desorden, el guardaespaldas que mira del lado equivocado o el chófer que se olvida de encender las sirenas en el techo del vehículo, retrasando la evacuación".

Pero no se investigaron "las fuerzas subyacentes que se habían puesto como objetivo matar a Rabin".

"Su asesinato es el punto final de una campaña de odio, dirigida por rabinos en delirio, por colonos opuestos a cualquier retirada de los Territorios Palestinos y por la derecha parlamentaria, con el Likud en primera fila, dirigido ya entonces por Benjamin Netanyahu [actual primer ministro], que quería desestabilizar al gobierno laborista", sostiene el cineasta.

Gitai obtuvo la apertura de las actas de la comisión de investigación, consultó los archivos de los meses que precedieron y siguieron el asesinato y utilizó imágenes de televisión de discursos de políticos, entre ellos de Netanyahu, durante las manifestaciones contra los acuerdos de Oslo en las que Rabin había sido representado en uniforme nazi.

"El filme es una mezcla de archivos y de escenas filmadas, la dificultad fue encontrar un buen equilibrio", explica el cineasta, que quiere que sea también una contribución a la posteridad de Rabin.

"Rabin era un verdadero patriota israelí, a pesar de que ese término es ahora monopolio de la derecha. Quería estabilizar la existencia de Israel con un acuerdo de paz con los palestinos y había comprendido que la paz no se lograba de forma unilateral, que se debe reconocer y tomar en cuenta la existencia del 'otro'. Hoy, el 'otro' no existe. Todo es unilateral y se basa en la arrogancia política", estima Gitai.

"Ahora, 20 años después de su asesinato, seguimos inmersos en la crisis creada por la desaparición de Rabin de la escena política y de su visión", concluye.

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