Gobierno argentino afronta huelga el próximo martes tras protestas del "8N"

  • El Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, afrontará el próximo martes una jornada de huelga y movilización convocada por sindicatos opositores, tras las masivas protestas vividas en todo el país el pasado día 8.

Buenos Aires, 18 nov.- El Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, afrontará el próximo martes una jornada de huelga y movilización convocada por sindicatos opositores, tras las masivas protestas vividas en todo el país el pasado día 8.

La huelga ha sido convocada por Hugo Moyano, líder del ala de la Confederación General del Trabajo (CGT) enfrentada al Gobierno de Fernández, y por Pablo Micheli, quien conduce el sector no oficialista de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).

La medida de fuerza contará además con la adhesión de la Federación Agraria Argentina (FAA), entidad que reúne a pequeños y medianos productores agropecuarios y que en 2008 fue una de las protagonistas de las protestas del campo contra el Gobierno por los impuestos a las exportaciones de granos.

El sector de la CTA que conduce Micheli también ha convocado para el próximo martes a los trabajadores a movilizarse hacia la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino.

"La huelga va a tener una adhesión muy importante porque la gente esta cansada de tanto maltrato", dijo hoy Moyano en declaraciones a radio Mitre, de Buenos Aires.

Gremios de trabajadores de la banca, el transporte aéreo y de carga por vía terrestre, la actividad portuaria y agropecuaria, entre otros ya confirmaron su adhesión al paro.

También habrá cortes de carreteras y calles en diferentes puntos del país.

La medida de fuerza tiene como eje varios reclamos, pero uno de los principales es exigir al Gobierno que aumente el mínimo salarial a partir del cual aplica el impuesto a las ganancias sobre los ingresos de los trabajadores.

Este miércoles, Fernández anunció que exceptuará del pago de este impuesto a los aguinaldos (paga extraordinaria de Navidad) que cobren los trabajadores en diciembre.

El anuncio fue celebrado por los sindicatos afines al Gobierno, pero para los opositores la medida tiene sabor a poco.

"Algo produjo el anuncio de la presidenta: más bronca", aseguró Moyano, quien calificó el beneficio "navideño" decretado por Fernández como "una burla" y "una falta de respeto" a los trabajadores.

La presidenta anunció además que iniciará conversaciones con los sindicatos para discutir una modificación para 2013 de ese mínimo salarial a partir del cual se aplica el impuesto a las ganancias.

Los sindicatos aliados a Moyano y Micheli también reclamarán el martes un "aumento de emergencia" para los jubilados, cuyo ingreso mínimo es de 1.880 pesos (392 dólares) mensuales.

Asimismo, exigen que el Estado argentino gire a las obras sociales manejadas por los sindicatos cerca de 20.000 millones de pesos (unos 4.200 millones de dólares) retenidos a los trabajadores de sus salarios para gastos de salud.

También piden al Ministerio de Trabajo que combata el trabajo informal, que en Argentina ronda el 34 por ciento.

En junio pasado Moyano, un antiguo aliado del Gobierno de Fernández, ya había convocado a una huelga nacional y una masiva movilización en Plaza de Mayo tras oficializar su ruptura con el oficialismo.

Ese alejamiento del Gobierno, que se inició cuando Fernández se negó a incluir dirigentes sindicales en las listas electorales para los comicios de octubre de 2011, también derivó en una división en el seno de la CGT.

Así, la mayor central obrera del país quedó partida en dos, con un grupo de sindicatos que responden a Moyano tras unas elecciones que el Ministerio de Trabajo no reconoce como válidas, y otro sector, liderado por Antonio Caló, dirigente del sindicato metalúrgico, afín al Gobierno.

La CTA también se encuentra dividida, entre el sector que responde a Micheli, líder de los trabajadores estatales, y el que dirige Hugo Yasky, titular del gremio docente.

La medida de fuerza convocada para el próximo martes tiene como antecedente una jornada movilización a la Plaza de Mayo el pasado 10 de octubre, de la que participaron cerca de 50.000 personas, convocada por Micheli y al que adhirieron sindicaros que responden a Moyano.

La protesta sindical tiene además como telón de fondo el clima social de crecientes reclamos al Gobierno de Fernández, que se cristalizó en las masivas protestas del denominado "8N", con la movilización de cientos de miles de personas en todo el país.

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