La Paz, 10 oct.- El Gobierno boliviano justificó hoy dos acciones militares y policiales en distintos pueblos del occidente y el oriente con el argumento de que los está liberando de lo que considera un cautiverio en manos del contrabando y el narcotráfico.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, se refirió hoy así al operativo militar contra el contrabando en el pueblo de Challapata, en la región andina de Oruro, y a la creación de una base policial en la zona oriental de Yapacaní para frenar al narcotráfico.
En declaraciones a la radio estatal, Romero admitió que en ambos lugares se ha notado "la debilidad institucional del Estado" y "grupos de facto han tratado de imponer su ley", por lo que se dispuso la movilización del Ejército y la Policía, respectivamente.
"Vamos a mantener esos dispositivos y les vamos a dar sostenibilidad y permanencia el tiempo que sea necesario hasta normalizar la situación en esos territorios", señaló.
La operación militar en Challapata se saldó el martes con la muerte de un joven de 17 años y otro varón de 27 durante las manifestaciones contrarias a los militares que buscaron confiscar decenas de vehículos de segunda mano de contrabando.
Romero dijo que la situación allí era "grave" y compleja por el dominio creciente de bandas de contrabandistas de esos vehículos que aparentemente también estaban implicados en la falsificación de dinero, documentos y el comercio menor de marihuana.
"La restitución del Estado de derecho en la zona tiene, entre otras finalidades, liberar a esa población, que pueda desarrollarse en actividades legales. La gente vive atemorizada porque hay acciones de matonaje, posiblemente hay tráfico de drogas y hay bandas organizadas para el contrabando", señaló Romero.
En esa acción también fueron detenidas siete personas que, según el fiscal del Distrito de Oruro, Gonzalo Martínez, son de nacionalidad boliviana, aunque otras autoridades han indicado que en ese grupo puede también estar un peruano y un argentino.
Sobre la nueva base policial en el oriente boliviano inaugurada el martes, Romero justificó la presencia permanente de los agentes porque hay un incremento acelerado de la producción de cocaína en los pueblos de Yapacaní, San Germán y Nuevo Horizonte, donde operan bandas armadas formadas por colombianos y bolivianos.
Los tres pueblos están situados en la región oriental de Santa Cruz, en la provincia Ichilo, que colinda con la zona central del Chapare, la mayor región boliviana productora de hoja de coca, base para producir cocaína.
La policía confiscó entre 2010 y este año en esa zona casi doce toneladas de cocaína y en lo que va de 2012 destruyó allí más de 760 laboratorios de producción de la droga y varias pistas clandestinas de aterrizaje.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios