Una tarde de gran tensión

La salida de los niños a la calle provoca la mayor crisis de legislatura en el Gobierno

Así fue el consejo de ministros: Sánchez paró a Iglesias y atrasa el plan económico
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Monclo

El Gobierno de coalición vivió este martes lo que desde Moncloa califican como "el día más difícil" de las cien jornadas de Gobierno que se cumplieron este miércoles. Ni el ingreso mínimo vital ni las moratorias de hipotecas alquileres ni siquiera la ley de libertad sexual. Lo sucedido entre las 14:15 -cuando se inició la intervención de María Jesús Montero tras el consejo de ministros- y las 20:45 -cuando el ministro Salvador Illa comunicó el desenlace- ha superado a todas las crisis de la legislatura. La característica de esta polémica es que no ha sido una batalla entre PSOE y Unidas Podemos, sino un problema de estrategia y comunicación que provocó nervios y una gran tensión. "Esto no puede volver a pasar", concluyen diferentes fuentes gubernamentales consultadas.

Era el primer gran anuncio positivo de las seis semanas de crisis. La salida parcial de los niños a la calle había despertado ciertas esperanzas en el seno del Gobierno de coalición. No solo porque va a suponer un alivio para la salud de los más pequeños, sino porque también así Moncloa puede salvar la presión que le llega tanto de las comunidades autónomas como de los expertos que recomiendan esta medida. Pedro Sánchez lo había anunciado el sábado al decir que los menores podrán "salir de sus casas y poder disfrutar de un rato al día del aire libre". Pero la medida fue notablemente rebajada por la ministra portavoz, María Jesús Montero a la hora de la comida al afirmar que solo se permitiría "acompañar a los adultos responsables de su cuidado en los desplazamientos". En ese momento todo se complicó en exceso. La gran pregunta es: ¿por qué dijo eso? Las miradas se dirigen a Carmen Calvo.

Unidas Podemos no daba crédito a lo que acababa de anunciar Montero. El partido dirigido por Pablo Iglesias se plantó y exigió una rectificación urgente. Varios dirigentes de la formación morada, como Ada Colau, Antón Gómez Reino o Sofía Castañón, se manifestaron en este sentido y pusieron todas sus esperanzas en una reunión prevista para esa tarde entre la Vicepresidencia segunda de Pablo Iglesias, la cuarta de Teresa Ribera y el Ministerio de Sanidad dirigido por Salvador Illa.

El malestar no solo se sitúo en el lado morado del Gobierno. Otros ministerios también manifestaron su discrepancia si se tomaba finalmente una decisión tan restrictiva como la anunciada por Montero, indican fuentes del Ejecutivo. Y avisaron de que hacerlo podía provocar problemas sobrevenidos con las autonomías con las que se tiene que pactar el plan de desescalada.

En el Gobierno existe en este momento un debate sobre cómo comunicar ese proceso de desescalada que se está diseñando y que está liderando la vicepresidenta Ribera. Existe una hoja de ruta con varias fases, pero no está habiendo consenso en cuanto a la forma de ir dándolas a conocer. De hecho, desde Moncloa advierten que la estrategia la sigue fijando el gabinete del presidente. También desde el área económica del Gobierno apuntan que el área del PSOE debería dar un paso al frente en esta nueva etapa y evitar "que Podemos se cuelgue las medallas".

La reunión de la tarde

Tras la comparecencia de Montero, tanto en una parte del PSOE como en Unidas Podemos se preguntaban entonces por qué no se cumplía el plan previsto. Esa hoja de ruta había partido de la Vicepresidencia social. En concreto del equipo de Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, que elevó un informe de la Dirección General de Infancia apuntando a una salida diaria, en forma de paseo, de los menores durante una hora. Señalaba, incluso, una franja horaria, entre las 8 y las 22 horas, y unas condiciones sanitarias para evitar contagios y situaciones problemáticas en las calles. Moncloa avaló ese informe y lo reconoció como 'guía' para la orden ministerial que debía preparar Illa. Pero la referencia que salió del consejo de ministros el martes era clara: nada de paseos con los niños. Solo salidas al súper o al banco.  

La reunión vespertina entre Vicepresidencia social, de Transición Ecológica y Sanidad no solucionó nada. Solo quedó una cosa clara: la insistencia del equipo de Álvarez en que los niños puedan salir a la calle, siempre cumpliendo la seguridad sanitaria, pero también respetando los derechos de los menores.

La situación estuvo enquistada hasta que Sánchez e Iglesias intervinieron. Como en el caso del ingreso mínimo vital, presidente y vicepresidente segundo fueron quienes desbloquearon la situación. Hablaron a mitad de tarde, según las fuentes consultadas, y acordaron respetar el criterio inicial del que habló Sánchez el sábado. Lo siguiente fue dar instrucciones al ministro de Sanidad para que compareciese en Moncloa a última hora del día y anunciara la rectificación. Iván Redondo y Juanma del Olmo también suavizaron la tensión, añade.

El Gobierno llegó a temer que el decreto de prórroga del estado de alarma sufriera un serio rapapolvo o, incluso, no saliera adelante. La oposición, especialmente Ciudadanos, ERC, PNV y EH Bildu, le avisó de que tumbaría la propuesta del Gobierno. En Unidas Podemos también circuló esta amenaza, aunque el acuerdo de Gobierno deja bien claro que ambos partidos deben intentar pactar las posiciones de voto y procurar que no sean contradictorias entre sí. La votación no corrió peligro en ningún momento pero UP sí podría haber presentado una enmienda.

el dato

¿Cómo podrán salir a la calle los menores?

Según los planes del Gobierno los menores tendrán que estar acompañados por un adulto en todo momento. No podrá perderlos de vista y, además, deberá ser un adulto que conviva con los menores en su domicilio. Es decir, el Gobierno podrá multar al adulto que eche mano de un vecino o familiar cercano para poder salir a la calle. En todo momento se deberá respetar la distancia social de dos metros en la vía pública y evitar el contacto con otras personas. No será obligatorio, además, que los padres y niños lleven mascarilla, pero sí recomendable. En el caso de las personas, ya sean adultos o menores, con algún tipo de síntoma o fiebre deberán quedarse en casa y evitar salir a la calle. Asimismo, los niños y adultos no podrán alejarse más de un kilómetro de su casa. Podrán ir andando, en bicicleta o en patinete, pero siempre al lado de ese adulto.

También estará terminantemente prohibido usar los parques, que permanecerán cerrados, y los columpios en la vía pública. Los agentes podrán sancionar en caso de que algún menor lo haga. También se evitarán las concentraciones y no se podrá concertar con otros padres la hora de la salida de los niños. El Gobierno, por cierto, estudia imponer multas a partir de 600 euros a los adultos que acompañen a los menores y no cumplan la normativa establecida en la orden ministerial.

La orden que está preparando Sanidad también podría contemplan alguna medida relativa a los adolescentes. En este sentido el Gobierno debate en estos momentos que los adolescentes de zonas rurales puedan salir a la calle con, evidentemente, las oportunas restricciones. Es una medida en discusión y que se conocerá en el texto final que se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Pese a todo, la salud del primer Gobierno de coalición de la democracia no peligra. Y es que la relación entre Sánchez e Iglesias se encuentra engrasada, como lo está entre los segundos niveles, tal y como ha quedado demostrado en estas horas complicadas. De hecho, el presidente ha decidido incorporar a su vicepresidente al comité de seguimiento de la crisis y, por tanto, está participando en el plan de desescalada. 

La mayoría de españoles, a favor de dejar salir a los niños

Según un sondeo de Metroscopia al que ha tenido acceso La Información, la mayoría de los españoles (62%) considera una decisión acertada que los menores de 14 años puedan salir de casa, mientras un 33% se posiciona en contra. Este porcentaje asciende al 50% en el caso de los votantes de Vox.

Asimismo, el hecho de convivir en el hogar con menores de edad no modifica sustancialmente las opiniones a este respecto: la mayoría de españoles tanto con hijos menores de edad (60%) como sin hijos en esas edades (63%) se muestra de acuerdo con la medida aprobada por el Gobierno. 

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