Gobierno de Rousseff cometió crímenes y debe caer, dice abogado que promueve impeachment

De 93 años de edad, exdiputado y funcionario en Sao Paulo, Bicudo fue una alta figura del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) hoy en el poder. También fue muy cercano al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, antecesor de la mandataria, a quien hoy dice considerar un "farsante".

Rompió con el partido hace una década y hoy es una de las caras más visibles del movimiento que busca sacar del poder a la mandataria, un asunto que mantiene en vilo a Brasil.

Este jueves Bicudo formalizó un nuevo pedido de juicio político ante una notaría en Sao Paulo junto a otros juristas, representantes de decenas de movimientos políticos y sociales así como al diputado Carlos Sampaio del partido opositor PSDB, la tienda que hace un año perdió las elecciones por estrecho margen ante Rousseff.

El pedido será llevado el viernes ante el Congreso en Brasilia y está basado fundamentalmente en acusaciones por el mal manejo fiscal del gobierno, una tesis que tomó fuerza después que un ente fiscalizador rechazó recientemente la rendición de cuentas del gobierno de 2014 al considerar que maquilló el balance para dar idea de una mejor gestión.

También se señala que el gobierno utilizó dinero de bancos públicos para cubrir sus cuentas.

Rousseff inició su segundo mandato en enero de este año y, según los movimientos pro impeachment, esas prácticas han continuado.

P: ¿Por qué considera que el gobierno de Rousseff tiene que caer?

R: Porque no es un gobierno. Rousseff ya no gobierna, va tomando decisiones según los acontecimientos y un gobierno sin norte es muy malo.

P: ¿Cuales son los principales puntos del pedido de impeachment?

R: Dilma Rousseff violó los principios constitucionales y legales. Por ejemplo, los préstamos de los bancos federales es algo que está prohibido, la ley prohíbe que se usen bancos oficiales para arreglar los problemas financieros del gobierno. Y esas prácticas han continuado este año.

P: Pero la propia presidenta dijo que esas son prácticas antiguas en Brasil.

R: Yo no lo veo así, porque el crimen no tiene prácticas antiguas o modernas. Hay un momento en que los hechos tienen que ser levantados. Y ahora es el momento de mostrar que el gobierno comete ilegalidades, y esas ilegalidades sustentan el pedido de impeachment.

P: El expresidente Lula dijo estos días que ese mecanismo había permitido que siguieran adelante programas sociales impulsados por el gobierno.

R: Esa es una manera muy frágil de explicar la violación de una ley. No se puede justificar una violación de la ley aun cuando se trate de beneficiar a personas que tienen condiciones de vida negativas. Al final él está haciendo una confesión de crimen. Y crimen es crimen.

P: Para iniciar un juicio contra la presidenta, el pedido de impeachment debe ser acogido por el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, que hoy está cuestionado por corrupción. ¿Eso no quita legitimidad al proceso?

R: Hay que distinguir a la persona del presidente de la Cámara. Si Cunha deja el cargo un día, nada impide que el proceso de impeachment siga su camino. Son cosas diferentes.

P: ¿Qué piensa sobre la posibilidad de que el gobierno y el diputado Cunha puedan llegar a un acuerdo para, finalmente, impedir la apertura del proceso de impeachment y para que Cunha se mantenga en su cargo?

R: Eso sería vergonzoso. El presidente de la Cámara no es dueño de este asunto, tanto que si él sale, el proceso debería continuar.

P: ¿Cuáles serían los costos para el país si cae el gobierno?

R: Ninguno, al contrario. Es la manera de que Brasil comience a actuar dentro del orden jurídico. Decir que el impeachment es un golpe es equivocado. No es un golpe. La Constitución dice que hay crimen cuando un presidente comete actos contra las leyes. Ya todos saben que Dilma no gobierna, que el país va a los tropiezos fuera de cualquier norma.

P: ¿Cuál es el rol que ha cabido a partidos de la oposición como el PSDB en este proceso?

R: Este no es un asunto de partidos, sino de Brasil.

P: Pero es un proceso que sí está estrechamente vinculado a partidos políticos.

R: No estamos con los partidos, ni con uno ni otro. Yo no milito en ningún partido político, esto es un asunto de ciudadanos brasileños que buscamos la normalidad del país.

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