Sánchez y Ribera se movilizan

Moncloa cierra filas con las energéticas para evitar una nueva guerra con el Ibex

El Gobierno contacta con los primeros espadas de compañías eléctricas, de gas y de renovables buscando su complicidad con el plan de choque y para no cometer otro fiasco como el del 'decretazo' de la luz.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la COP26
Sánchez habla con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la COP26
Agencia EFE

El Gobierno se está movilizando para buscar la unidad empresarial con las grandes energéticas del país. Moncloa contempla un escenario de práctica economía de guerra durante muchos meses y no quiere cometer errores que le distancien de las principales compañías del país del sector. Por eso está contactando con presidentes y consejeros delegados de grandes empresas eléctricas, de gas y de renovables para transmitir, entre otros mensajes, que hay que "socializar el esfuerzo" -término empleado por el Ejecutivo-. Es decir, que todos, desde los que más ganan hasta los más vulnerables, tienen que arrimar el hombro ante la histórica subida de los precios de la energía.

Las llamadas, según confirman a La Información fuentes del sector, están siendo protagonizadas por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. Sánchez se encuentra al tanto de todo. En un intento por cerrar filas con estas grandes compañías energéticas, la ministra para la Transición Ecológica está pidiendo a sus primeros espadas que colaboren con el Ejecutivo, bien realizando sus aportaciones, en una especie de diálogo social con el Ibex energético, bien a través de la citada "socialización del esfuerzo" que se concreta, según las fuentes consultadas, en que quienes más ganan tengan que aportar más. "No puede pagar más quien menos tiene o quien más vulnerable es", afirmaba Sánchez anoche en 'La Sexta'.

En esta especie de 'road show' de Ribera por el Ibex energético la vicepresidenta segunda busca también evitar otro fiasco como el que se produjo cuando el Gobierno aprobó de la noche a la mañana el polémico decreto de la luz que recortaba los llamados 'beneficios caídos del cielo'. Entonces el presidente y el Consejo de Ministros tomaron una decisión unilateral que abrió un periodo de tensión con los afectados. Semanas más tarde tuvo que rectificar y abrir una interlocución directa con estas grandes compañías para recomponer relaciones y evitar disfunciones. 

Ahora la situación es aún más alarmante que en septiembre y el Gobierno quiere tender puentes con el sector. Que no se reabra la guerra del pasado otoño cuando Ribera impuso sin consensuar unas medidas que luego fueron afeadas por la Comisión Europea. A las eléctricas, por entonces, la vicepresidenta tercera las llamó apenas minutos antes de la entrevista que Sánchez concedió a TVE. La ministra contactó con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el de Endesa, José Damián Bogas; y el de Naturgy, Francisco Reynés, para prevenirles. Pero ya era tarde y el choque llegó cuando el presidente anunció dichos recortes sin consultar a los afectados.

En esta ocasión los consultados por Ribera son primeros espadas como los citados, aunque la ronda se ha abierto a todo el sector energético, en parte, debido al efecto de la guerra en Ucrania sobre el descontrol de precios de luz, gas e hidrocarburos. De hecho, entre los temas que se han abordado en los encuentros más recientes se incluye la posibilidad que baraja el Gobierno de vetar por la vía regulatoria cualquier importación de combustibles rusos, una medida que Transición Ecológica ya ha dejado caer a las compañías más expuestas a los vaivenes de Moscú. 

Contactos del Ministerio con las renovables

Una fuente apunta que el decreto de septiembre marcó un punto de inflexión y que desde entonces la vicepresidenta tercera se ha esmerado por cuidar las relaciones con unas compañías que también demandan por su parte interlocución, consensos y no imposiciones. Desde entonces, además de la propia Ribera, la secretaria de Estado, Sara Aagesen, ha liderado contactos semanales con las renovables del llamado Recore, una gestión que ha servido para apuntalar un acuerdo que podría aliviar los costes del sistema en alrededor de 2.000 millones de euros.

La desorbitada subida de precios en el pool ha caldeado las negociaciones en las que se han sentado cara a cara compañías de muy diversa índole dentro del sector energético. Ahora como en septiembre, el cruce de acusaciones entre renovables, eléctricas y petroleras ha estado a la orden del día. Lo cierto es que la mayoría cerró 2021 con resultados récord. El conjunto de las cuatro 'grandes', -Iberdrola, Endesa, Repsol, Naturgy y EDP-, obtuvo un beneficio neto de casi 10.000 millones de euros

Al igual que hace unos meses, la duda vuelve a ser quien pagará la factura de las reformas. De hecho, un alto directivo de una de las principales eléctricas españolas desliza que los consumidores no pueden quedar fuera de la ecuación de socialización del esfuerzo. Por su parte, desde la industria renovable miran con cierto recelo la propuesta de sacar los ciclos combinados del mercado mayorista a cambio de una compensación, algo que, a ojos de los operadores verdes, choca con la disciplina ecológica de la vicepresidenta tercera. 

Preocupación en el área económica del Gobierno

Los altos cargos del Gobierno no ocultan su preocupación por una situación económica que ha encendido todas las alarmas. Lo explicaba este lunes el propio Pedro Sánchez en una entrevista en 'La Sexta', afirmando que se avecinan dos fechas clave este mes de marzo: el 24 y 25, en el Consejo Europeo; y el 29, en el Consejo de Ministros. España va a intentar desacoplar el gas del precio de la electricidad en este tiempo, a través de una doble gira de Sánchez por Europa y las comunidades autónomas, y de un proceso negociador con los agentes sociales y actores de los sectores liderado por la tres vicepresidentas.

El Gobierno ha pospuesto este primer paquete de medidas para hacer frente a los alarmantes precios energéticos hasta la decisión que adopte el Consejo Europeo en esa reunión decisiva de la próxima semana en Bruselas. Sánchez afirmó anoche que ya hay varios países que apoyan su propuesta de desacoplar el gas de la fijación de precios de la energía. Pero mientras llega esa decisión Moncloa está intentando evitar una nueva guerra con el Ibex energético.

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