Castells, también al margen

Garzón y Díaz se centran en sus planes y esquivan la pelea entre PSOE y Podemos

  • Los ministros de Consumo y Trabajo están centrados en sus agendas y no se implican en la pugna de Iglesias y Montero contra Carmen Calvo.
Fotografía ministros de Podemos / EP
Fotografía ministros de Podemos / EP

Las polémicas que han empezado a erosionar el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos no están salpicando a todo el gabinete de Pedro Sánchez. Mientras Pablo Iglesias e Irene Montero están inmersos en una pugna con Carmen Calvo y Juan Carlos Campo por el anteproyecto de la ley de libertad sexual y por las competencias de Igualdad, el resto de ministros de los morados se mantienen al margen. De hecho, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, no se han implicado en el asunto ni les ha salpicado por el momento. Ni en el ámbito político ni en el de su acción ejecutiva, ya que están centrados en sus competencias y proyectos. Algo que se extiende al titular de Universidades, Manuel Castells

Desde ambos departamentos aclaran que ninguno de estos ministros ha tomado parte en esa lucha por el simbolismo de liderar la Igualdad y el feminismo desde el Gobierno de España. Que ambos sean cercanos a Iglesias y estén dentro de la coalición que firmó el pacto con el PSOE no ha motivado por ahora que, o bien se hayan metido en la polémica, o se les haya pedido que lo hagan, según las fuentes del entorno del Ejecutivo consultadas por La Información. Las mismas fuentes insisten en que esto no es un problema entre partidos ni entre la coalición, sino que es algo que responde a la "actitud de ciertas personas de dentro", en referencia a varios ministros socialistas. Además, hay que recordar que tanto Díaz como Garzón no pertenecen a Podemos, sino a Izquierda Unida.

Las prioridades de ambos despartamentos están muy alejadas de meterse en el lío que existe actualmente entre la vicepresidencia primera y el Ministerio de Justicia, por un lado, y la vicepresidencia segunda y el Ministerio de Igualdad. La responsable de la cartera de Trabajo está volcada en cómo afecta a trabajadores y empresas la propagación del coronavirus, para lo que ha avalado que las compañías puedan suspender de forma total o parcial su actividad para prevenir posibles contagios. Además, tiene planes que afectan a otros ámbitos del mercado laboral, como son los cambios que el Ejecutivo de coalición quiere aplicar en la reforma laboral de Mariano Rajoy. 

Mientras, Garzón también tiene varios frentes abiertos. El principal es el de la regulación de la publicidad de apuestas en Internet, con el Real Decreto que la abordará ya en fase de información pública. Un texto que le ha generado numerosos problemas con varios sectores de la izquierda. E incluso con su propio electorado, ya que considera que se trata de una ley descafeinada con la que las empresas están contentas. Todo porque no se impide de manera sustancial a las operadoras de juego la emisión de estos anuncios en grandes eventos deportivos, al permitirlos siempre que los partidos sean desde las 20h. Los otros temas en los que está ocupado el líder de IU es en el nuevo etiquetado de los productos alimenticios o en la prohibición de las 'loot boxes' o cajas de recompensas que se pueden conseguir en los videojuegos a cambio de dinero.

Quien también está centrado en sus propios asuntos sin inmiscuirse en las discrepancias entre socios es el titular de Universidad, Manuel Castells. El sociólogo, que ocupa la cuota que Iglesias garantizó a los 'comuns' de Ada Colau dentro del Consejo de Ministros, está siendo por ahora el más discreto de los miembros de la 'Administración Sánchez'. Su perfil bajo, acompañado de que apenas tiene competencias sobre las que pueda impulsar distintas acciones legislativas, explican en gran parte su nulo protagonismo en esta controversia. Además, tampoco se ha caracterizado por grandes estridencias en sus intervenciones parlamentarias o en los medios

Dardos, correcciones y tuits

Mientras tanto, la 'guerra' interna no cesa, con el foco principal de la reforma del 'solo sí es sí'. Los ánimos se calderon aún más a primera hora de la tarde del martes, cuando Iglesias dijo en el Senado que en las "excusas técnicas" a este anteproyecto de ley "hay mucho machista frustrado". Unas palabras que llegaban apenas horas después de que el Consejo de Ministros diera el visto bueno al texto, con Igualdad admitiendo las "aportaciones" de Justicia. Y que fueron el adelanto de un nuevo episodio de la pugna, ya que por la tarde se publicaron las correcciones que hizo el departamento de Juan Carlos Campo a la redacción del equipo de Irene Montero. Un informe de 26 páginas donde se señalaban errores, artículos que no se ajustaban a derecho o incluso partes de la misma que eran calcos de otras normas.

Otros actores que no han esquivado la polémica pertenecen al lado de los morados. El primero ha sido el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que ha hecho suyas las palabras de Iglesias y ha dicho sobre los cambios en la legislación que regula el "acoso ocasional" que "parece que hace falta que venga un machote a arreglarte la ley". Una línea que ha seguido la directora de Gabinete de Montero en el Ministerio de Igualdad, Amanda Meyer, que lanzó desde Twitter un dardo a quienes tratan "a mujeres adultas como menores de edad". "De ese machismo también se sale, tú puedes", ha añadido. Ante todo esto, el ministro de Justicia solo ha dicho que "a veces los políticos hablamos demasiado", en referencia a lo dicho por Iglesias. En medio, Carmen Calvo y el sector feminista del PSOE más afín a la vicepresidenta  siguen descontentas por haber perdido las competencias de Igualdad.

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