El Ejecutivo valora tres vías para fulminar el sindicato de trabajadoras sexuales

  • "Me han metido un gol por toda la escuadra", dijo la ministra de Trabajo Magdalena Valerio al conocer su publicación en el BOE. 
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, compa
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, compa
Eduardo Parra - Europa Press

La Abogacía del Estado ya está estudiando "la vía más rápida" para impugnar la inscripción de la Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS) a la que el Gobierno dio luz verde a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado sábado 4 de agosto, según ha afirmado la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá.

La noticia supuso una de las declaraciones más sentidas que se han dado en España quizá desde aquel "Lo siento, me he equivocado". La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio no se fue por las ramas y confesó que le habían metido un gol "por toda la escuadra".  Tachó de "sorpresa" su puesta en marcha y aseguró que haría todo lo posible para revertir la situación. 

"La Abogacía del Estado se ha puesto a estudiar ya cómo arreglar está situación", ha asegurado Celaá durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, para después apuntar que existen tres vías para hacerlo pero se elegirá "la más rápida". 

"Este Gobierno no acepta de ninguna de las maneras un sindicato así", ha remarcado Celaá, que no ha precisado si el Ejecutivo se plantea ilegalizar la prostitución en España. Según ha aseverado, este asunto "no se ha tratado" en la reunión del Consejo de Ministros.

Por su parte desde Otras piden la dimisión en bloque del Ejecutivo. Denuncian que "no saben lo que es legal y lo que no es legal". Así lo afirmaron portavoces del citado sindicato en un encuentro con la prensa tras la lectura de un manifesto en el que reclamaron "derechos" para las personas que ejercen la prostitución: sueldo mensual, vacaciones, jubilación. "Para nosotras es de plena justicia", aseveraron.

Otras también criticó la posición "acomodada" de quienes se oponen a sus reivindicaciones, y respaldada, en su opinión, por un "feminismo blanco heterosexual y burgués". Por ello, calificaron de "atrocidad" que no se les permita reclamar esos derechos.

También subrayaron que piden "los mismos derechos laborales" y "ni uno más". "Los derechos los merecemos todas y no sólo unas cuantas privilegiadas", añadieron, oponiéndose al "odio visceral esconde el abolicionismo" de la prostitución.

También negaron que Otras apoye al empresariado, pues como sindicato dicen hacer "justo lo contrario", a la par que recordaron la vinculación del partido en el Gobierno, el PSOE, con el ámbito sindical, lamentando, por tanto que tanto en el Ejecutivo como entre los socialistas se desconozca "que el trabajo sexual es trabajo" como hacen otras organizaciones sociales e incluso, dijeron, las Naciones Unidas.

"Merecemos todo el reconocimiento y el respeto por parte de las instituciones, les guste nuestro trabajo o no", aseveraron, como portavoces de una lucha que consideran "reivindicativa, social, laboral y de derechos humanos". "No somos sujetos pasivos”, agregaron portavoces del sindicato. "Quieren mantenernos en los márgenes de la sociedad", concluyeron.

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