"Se está haciendo una evaluación. (...) Estamos trabajando en la adaptación" de las cinco familias ya residentes en el país, indicó el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, consultado tras informaciones divulgadas esta mañana por el diario El País.
"Necesitamos terminar de asentar" a las familias que ya viven en el país, sostuvo Roballo.
Las cinco familias sirias que arribaron a Uruguay a fines del año pasado en el marco de un programa de refugio y acogida, protestaron en setiembre frente a la sede de la Presidencia reclamando dejar el país.
Roballo reiteró el compromiso de Uruguay con Acnur, la oficina de la ONU para los refugiados, de acoger a otras 72 personas además de las 45 ya instaladas en su territorio provenientes de campos de refugiados de la guerra siria, pero sostuvo que el gobierno debe "hacer una evaluación del proyecto para proceder a traer a las otras familias".
El funcionario aludía a los problemas de adaptación que han evidenciado los sirios llegados a Uruguay, un país con una cultura muy diferente a la suya.
El Ejecutivo había manejado diciembre como plazo para la llegada de un nuevo contingente en el marco de este programa, extremo que no se cumplirá, aunque el programa continuará su curso.
En octubre, un refugiado sirio, padre de 15 hijos que llegó a Uruguay en el marco de este programa humanitario, agredió a funcionarios de derechos humanos de la Presidencia y fue sancionado en función de las reglas del programa de acogida, con la suspensión de un pago mensual que le otorga el Estado.
mr/hov
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