Gobierno y Congreso de Guatemala enfrentados por decisión presidencial

  • La decisión del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, de ordenar a sus ministros que no asistan a las citaciones que les hagan los diputados del Parlamento, desató hoy un enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo y Legislativo de este país, que podría llegar a los tribunales.

Guatemala, 9 jul.- La decisión del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, de ordenar a sus ministros que no asistan a las citaciones que les hagan los diputados del Parlamento, desató hoy un enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo y Legislativo de este país, que podría llegar a los tribunales.

El mandatario anunció el lunes que había ordenado a sus ministros de Estado no acudir a los llamados de los legisladores para no "perder el tiempo" y que en cambio se dedicaran a cumplir con sus obligaciones.

"La instrucción fue muy clara: no quiero ver ministros que estén asistiendo al Congreso y dejen de atender otras cosas que son más necesarias para atender a la población, que es a la que nosotros nos debemos", dijo Pérez Molina a los periodistas.

La decisión del gobernante desató férreas críticas de los diputados de oposición que este martes advirtieron de que si Pérez Molina no da marcha atrás, iniciarán procesos legales en su contra por violar la Constitución.

La diputada Nineth Montenegro, del opositor partido Encuentro por Guatemala, señaló que el gobernante "viola la Constitución" al pretender impedir que los ministros cumplan con la obligación constitucional de acudir a los llamados de los legisladores a dar cuenta de sus funciones.

"Es una total falta de entendimiento del sistema republicano, donde debe haber independencia de poderes. El presidente cree que tiene el poder absoluto", lo cual es preocupante, señaló la legisladora.

Por su parte, el diputado Orlando Blanco del también partido opositor Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), dijo a los periodistas que espera que Pérez Molina "se retracte" de su "desafortunada" decisión, ya que de lo contrario, advirtió, presentará una denuncia en la Fiscalía en su contra por "promover una violación a la Constitución".

Según Pérez Molina, su decisión no contraviene las leyes del país, y si en caso los diputados insisten en convocar a los ministros, éstos deberán designar a sus viceministros para que los representen en caso "haya un tema importante que tratar".

"No estoy contraviniendo la Ley, lo quiero dejar bien claro. Lo que no podemos permitir es que los ministros dejen de estar atendiendo el trabajo que tienen que hacer por estar sentados tres, cuatro horas en el Congreso, en donde no tienen ningún provecho", subrayó el gobernante.

Las relaciones entre el Gobierno y los bloques opositores del Congreso se encuentran en punto muerto desde hace más de siete meses, cuando los diputados del partido Libertad Democrática Renovada (Líder) empezaron una interpelación al ministro de Cultura, Carlos Batzín, la cual no concluye aún, lo cual ha obligado a una paralización de facto del Parlamento.

El diputado Leonardo Camey, de Líder, dijo hoy que si los ministros que sean convocados por ese bloque no acuden a sus llamados, serán interpelados para que den cuentas de sus actividades al pleno del Legislativo.

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