Gobierno y sindicatos uruguayos, una alianza que gana peso en año electoral

  • Destrabar los obstáculos de Argentina al comercio o negociar con las autoridades un plan contra la inflación son los últimos logros de los sindicatos uruguayos en su estrecha relación con el Gobierno de José Mujica, una alianza que gana peso con motivo del año electoral en el país.

Raúl Cortés

Montevideo, 14 mar.- Destrabar los obstáculos de Argentina al comercio o negociar con las autoridades un plan contra la inflación son los últimos logros de los sindicatos uruguayos en su estrecha relación con el Gobierno de José Mujica, una alianza que gana peso con motivo del año electoral en el país.

No es ninguna novedad que las organizaciones de trabajadores son poderosas en el Río de la Plata ni tampoco la cercanía entre el bloque izquierdista Frente Amplio (FA), que ostenta la Presidencia desde 2005, y la central sindical uruguaya PIT-CNT, algunos de cuyos miembros han terminado en el partido gubernamental desde entonces.

Lo que es inédito es su creciente participación en la política exterior y la dirección económica.

Según el ex viceministro de Relaciones Exteriores, el senador del opositor Partido Colorado Ope Pasquet, "lo que está ocurriendo responde al basamento ideológico" del FA, que reconoce "un lugar central" a esos grupos desde "una perspectiva marxista".

A esto hay que sumarle "que estamos en un año electoral y el Frente Amplio sabe que el movimiento sindical tiene gran peso y lo que se haga o deje de hacer va a tener repercusión", agregó en declaraciones a Efe.

En 2005 el PIT-CNT (Plenario Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores) contaba con 110.000 afiliados y en 2013 la cifra subió a 300.000, un caudal de votos no menor para un país de 3,3 millones de habitantes.

A mediados de febrero, en medio de la parálisis de la relación entre los Gobiernos de Mujica y Cristina Fernández, los mayores sindicatos de ambos países sostuvieron un encuentro en Montevideo en el que les instaron a "llegar a acuerdos que reporten beneficios" para las dos partes.

El PIT-CNT, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y de la Confederación General del Trabajo (CGT) de ese país consideraron que la crisis bilateral no es "tolerable" ni "soportable" para sus afiliados.

Entre los problemas centrales de la relación bilateral sobresalen los efectos negativos para el turismo y las exportaciones uruguayas de la política económica proteccionista argentina.

Las gestiones sindicales de febrero permitieron a la Cooperativa de Trabajadores Cerámicos (CTC) Olmos uruguaya poder seguir vendiendo sus productos al vecino país, en una negociación que apoyaron los ministerios de Exteriores e Industria.

"En Uruguay no había ocurrido nunca. Esto empezó con el Gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), que empezó a darle peso institucional a los sindicatos a la hora de gobernar", se quejó Pasquet.

Vázquez es el precandidato mejor situado para ganar las internas del FA y también para vencer en las elecciones presidenciales del 26 de octubre próximo.

El economista Carlos Luppi, autor de varios libros y que se define como "miembro del sindicalismo uruguayo", reconoció a Efe que el PIT-CNT "tiene una gran fuerza en el Uruguay", lo que en su opinión "constituye una muestra de salud democrática" de la nación.

Luppi, extitular de la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme), admite que la relación entre el Gobierno y sindicatos es "fraternal" y "muchísimo mejor" que cuando gobernaban el país el Partido Colorado y el Nacional

"El Gobierno de izquierdas entiende que el PIT-CNT está colaborando" en que "se cumpla el objetivo de la política económica, que es mejorar el bienestar de la población", dijo a Efe.

Sin embargo, Luppi fue muy crítico con el "equipo económico" del Gobierno, "que ha tomado políticas liberales" y se refirió a otro gesto llamativo registrado esta semana: la concurrencia del ministro de Economía, Mario Bergara, a la sede del sindicato para escuchar sus propuestas contra la elevada inflación.

"Tuvo que pedir una entrevista al PIT-CNT, que le había reclamado reiteradamente medidas ante un problema grave y urgente", denunció.

De la reunión surgió el anuncio de Bergara de que el Ejecutivo uruguayo presentará en breve un proyecto de ley para frenar la subida de ese indicador, que el ministro considera su "principal foco de preocupación" y en el que Uruguay solo es superado en Sudamérica por Venezuela y Argentina.

El plan fija reducciones en las tarifas de la electricidad o la telefonía básica y podría incluir rebajas del porcentaje de IVA en algunos productos.

"Quiero reivindicar que la reunión con el PIT-CNT no sólo tuvo madurez en el terreno del diagnóstico sino en el hecho de tener propuestas concretas, cuando desde otros sectores se plantea al voleo que para contener la inflación hay que bajar los salarios y el gasto público", afirmó.

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