'El Gordo' se desliga de la red de Villarejo y pide que su caso se investigue aparte

  • Muestra su total "desacuerdo" con la decisión del juez de incluirle en la causa principal tras revelarse su "innegable" colaboración con la trama.
Enrique García Castaño
Enrique García Castaño

El comisario jubilado Enrique García Castaño, alias 'El Gordo', ha dirigido un escrito al juez al frente del caso Tándem, Manuel García Castellón, para reprocharle su decisión de incluir la investigación hasta ahora separada sobre su persona en la causa principal contra el también comisario jubilado José Manuel Villarejo. Al respecto, asegura que "no se puede estar más en desacuerdo" con la medida que tomó el instructor a principios de febrero a tenor del avance de las pesquisas que habrían puesto de manifiesto su "innegable" papel en la trama de espionaje del exagente.

En el escrito remitido al juzgado y al que ha tenido acceso La Información, la defensa del exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) denuncia que esta decisión le va a provocar una clara indefensión puesto que, pasar a formar parte de esta macrocausa general implicará, según expone, dilaciones en la investigación debido a la magnitud de la misma. Con todo, reivindica que se vuelva al criterio del anterior instructor, Diego de Egea, que, tras tomarle declaración en sede judicial en julio del año pasado, abrió diligencias separadas por los delitos de cohecho, descubrimiento y revelación de secretos. 

Una manera de proceder de la que discrepa el actual magistrado al frente del caso, el cual acumuló estas diligencias en el procedimiento principal con el criterio favorable de la Fiscalía Anticorrupción y tras preguntar a las partes acerca de esta "inaplazable" decisión. El titular del Juzgado Central de lnstrucción número 6 no solo se refirió a la suficientemente acreditada implicación de 'El Gordo' en la organización criminal de Villarejo, sino que también recordó que recientemente se le ha imputado en otras piezas de la investigación, tales como 'Land', sobre un encargo de espionaje de una rama de la familia García-Cereceda; 'Iron', sobre otra labor de seguimiento encomendada por el despacho Herrero y Asociados; y 'Kitchen', relativa al espionaje financiado con fondos reservados del Estado al extesorero del PP Luis Bárcenas.   

García Castaño hace referencia a esta última parte de las pesquisas para asegurar que "nada tiene que ver" los delitos que se le imputan en esta pieza con la causa general. Además dice que tampoco entiende este cambio de criterio teniendo en cuenta que solo ha sido interrogado en la pieza sobre el espionaje encargado al que fuera chófer del máximo responsable de finanzas para sustraerle información sensible sobre el PP. En su declaración en sede judicial, el excomisario restó importancia al operativo y dijo que simplemente colaboraron en el rastreo de cuentas en Suiza de Bárcenas y posibles testaferros.

El instructor no solo no comparte esta tesis sino que defiende que, de dicha declaración judicial prestada a mediados del mes de enero, se deduce precisamente que, lejos de entenderse como una relación estrictamente laboral, existía entre ambos "vínculos personales y materiales" que hace que se les tengan que enjuiciar de manera conjunta. De hecho, hace referencia detallada al papel que ambos jugaron en el operativo contra Bárcenas entre los años 2013 y 2015. El magistrado considera en este punto concreto que la colaboración entre ambos es "incuestionable" y presenta por sí sola una "coordinación en el tiempo que le sitúan muy próximos a la organización delictiva".

Datos privados de bancos, Hacienda y otros organismos

Con todo, el instructor entiende que ya había indicios de la colaboración "de carácter estable" entre Villarejo, su exsocio Rafael Redondo y García Castaño en las labores de espionaje encargadas al comisario jubilado. Los investigadores se hicieron eco de dicha relación tras el hallazgo de los agentes de determinada documentación que obra en la causa en la que se pondría de manifiesto que 'El Gordo' (que aparece reflejado con el pseudónimo de 'Big') fue usuario de vehículos propiedad de la estructura empresarial de Villarejo. 

Los mismos, entendidos como dádivas, vendrían a responder a las gestiones encomendadas por Villarejo consistentes en obtención de datos bancarios y tributarios de carácter secreto, así como de listados de tráfico de llamadas que precisan de autorización judicial para su acceso. El juez estima que, para conseguir sus fines, García Castaño se aprovechó de su posición en la Policía Nacional y, muy específicamente, de la facilidad que gozaba entonces de contactar con entidades, la Agencia Tributaria y los responsables de determinadas compañías telefónicas que le facilitaron toda la información que necesitaba para que sus encargos de espionaje llegaran a buen puerto.

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