Un informe de la Guardia Civil señala que Ana Julia también pudo matar a su hija

  • Señalan la "dificultad de que una niña de cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara al vacío desde un edificio".
Ana Julia Quezada, detenida por la muerte de Gabriel Cruz
Ana Julia Quezada, detenida por la muerte de Gabriel Cruz
EFE

La investigación sobre el asesinato del pequeño Gabriel, de quién se declaró autora Ana Julia Quezada, incluye también un informe de la Guardia Civil sobre la muerte de la hija de Ana Julia en Burgos en 1996. Según este escrito, la asesina confesa del pequeño Gabriel podría haber matado también a su hija hace ahora 22 años. Los indicios permiten "ahondar en la hipótesis de que fuera la propia Ana Julia la que segara la vida de aquella menor".

Según informa El Periódico, el informe retomado después de que Ana Julia fuera detenida por la muerte de Gabriel, señalan la "dificultad de que una niña de sólo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara al vacío desde un edificio", después de que en el momento de la muerte de la hija de Ana Julia, ella adujera el sonambulismo como motivo de la muerte de la pequeña. También se señala en el informe la "maña y fuerza" que requería la acción, pues debía abrir dos ventanas para poder saltar al vacío.

Ana Julia Quezada, junto a su hija Ridelca, llegó en el 92  a Burgos, donde comenzó a trabajar en un club de alterne. En la ciudad castellana conoció a Miguel Ángel, un camionero con quién tuvo otra hija, que en el momento en que murió su hermanastra por la ventana se encontraba en el domicilio. No fue interrogada tras la muerte de su hija mayor, puesto que afirmó padecer "una situación de estrés-traumática". Algo que intentó también en el caso del pequeño Gabriel, manifestando que se encontraba "sedada, malherida o convulsa en el momento de la aparición de la camiseta del menor".

Un pariente de Ana Julia, declaró que la detenida contaba "cada día algo distinto". "Primero decía que la ventana de la casa estaba abierta, luego que cerrada...Resultó raro, pero el juez dijo que había sido un accidente y así se quedó". Este pariente también montó su contrariedad por la forma en la que relataba la muerte de su hija. "Fría, sin sentimientos, como a quien se le ha roto un plato".

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