Guerra ve a Rajoy "muy dormido" y cree que dejará una España irreconocible

  • El diputado socialista Alfonso Guerra cree que Mariano Rajoy se quedó dormido al llegar al Gobierno y a causa de ello dejará un país no sólo que no lo reconocerá "ni la madre que le parió", en alusión a su famosa frase pronunciada en 1992, sino que tampoco, lamentablemente, "le reconocerá la cámara de fotos".

Madrid, 27 may.- El diputado socialista Alfonso Guerra cree que Mariano Rajoy se quedó dormido al llegar al Gobierno y a causa de ello dejará un país no sólo que no lo reconocerá "ni la madre que le parió", en alusión a su famosa frase pronunciada en 1992, sino que tampoco, lamentablemente, "le reconocerá la cámara de fotos".

Guerra, que narra "lo que otros quieren borrar" en su tercer volumen de memorias "Una página difícil de arrancar", presentado hoy, ha asegurado que si él hubiera sido el jefe del Ejecutivo cuando Bruselas acordó el primer paquete de recortes drásticos, en mayo de 2010, hubiera dimitido y convocado elecciones porque aquello cambió "radicalmente" la política de José Luis Rodríguez Zapatero.

En el libro critica a Felipe González y a sus "aduladores" -Joaquín Almunia, Carlos Solchaga, José María Maravall, Joaquín Leguina y el periodista Javier Pradera-, al juez Garzón, a Manuel Chaves, a José Luis Rodríguez Zapatero y a Elena Salgado, entre otros, aunque no usa adjetivos calificativos y asegura que no quiere "zaherir a nadie gratuitamente".

"Creo que hay gente que se va a molestar", ha dicho Guerra, que fiel a su estilo ha recomendado a éstos que "cambien de forma de ser".

Este tercer libro, que abarca desde su salida del Gobierno en 1991 hasta la actualidad y en el que cuenta como "primicia mundial" que ejerció de mediador entre EEUU y Cuba en 1996, le ha costado esfuerzo y "cierto dolor", como ha reconocido, y también "distanciamientos" de algunas personas, aunque no ha desvelado de quiénes se trata.

Guerra no sabe si Felipe González tendrá el "honor" de leer su libro, pero ha querido aclarar que su relación con el expresidente es buena y cordial y que para él "siempre será un amigo", aunque se vean en contadas ocasiones, debido en parte a que González viaja mucho.

Dos años ha tardado en plasmar sus memorias políticas de los últimos veinte años y alguna que otra intimidad en los cuatro cuadernos de estilo veneciano que rellenó con ellas y que escribió como lo hacía Antonio Machado, primero las hojas de la derecha y luego las de la izquierda.

En total han salido 617 páginas impresas en las que se ha "jartao" de hablar de González, también del caso Filesa, de financiación ilegal del PSOE, de ETA o de los GAL, cuya investigación por parte del juez Baltasar Garzón Guerra ve "deslegitimada".

Del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero señala que estuvo marcado por un "adanismo innovador", que tuvo poco en cuenta el pasado reciente y lejano del colectivo socialista. En definitiva, le pareció un Ejecutivo "impredecible".

En clave autonómica, critica que en Cataluña el PSC haya pactado con la burguesía del "soberanismo de los ricos", pero también arremete contra el "desvarío ideológico" de potenciar el andalucismo dentro del PSOE andaluz.

Alfonso Guerra, el diputado más veterano del Congreso, con escaño desde 1977, publicó anteriormente "Cuando el tiempo nos alcanza", la primera entrega de sus memorias (1940-1982), y "Dejando atrás los vientos" (1982-1991).

A cuatro días de cumplir 73 años, ha asegurado que el objetivo de este último volumen ha sido generar "pensamiento y sentimiento" y que en él se puede encontrar "crítica, autocrítica, ternura y análisis político".

Se trata, ha subrayado, de un "homenaje" a la coherencia entre la palabra y la acción. "Frente a los que quieren borrar lo que ha pasado yo quiero narrar lo que sí ha pasado".

Guerra ofrece en el libro sobre todo "sinceridad", la misma con la que ha respondido hoy en la rueda de prensa a cuestiones sobre la la situación difícil de su partido, al que ha aconsejado "claridad" y un "programa que tenga mordiente para la gente", si quiere recuperar la confianza de los ciudadanos.

No cree que el camino sea ni las primarias, ni las listas abiertas: "Se arrepentirán", ha pronosticado, convencido de que las primeras conducen al "cesarismo" y de que las listas abiertas generarían una "batalla interna terrible".

Convencido de que "los mejores ya no se quieren dedicar a la política", ha dicho con sorna que Mariano Rajoy se quedó dormido al llegar al Gobierno y que no ha logrado despertarle "ni Groucho Marx", en alusión a las explicaciones que dio la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, sobre la contratación diferida de Luis Bárcenas.

Guerra piensa que Rajoy dejará un país que no sólo no lo reconocerá "ni la madre que le parió", en alusión a su famosa frase pronunciada en 1992, sino que tampoco, lamentablemente, "le reconocerá la cámara de fotos".

El exvicepresidente, que ha descartado volver a primera línea -"no como hizo el 'tío de la capa' (José María Aznar) el otro día en televisión- ha asegurado que, si él hubiera sido Zapatero cuando Bruselas acordó el primer paquete de recortes drásticos, en mayo de 2010, hubiera "dimitido" y convocado elecciones con un programa que dijera que no estaba "dispuesto a someterse a esa broma". EFE

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