Guindos busca evitar el 'paseíllo' judicial y pide declarar en Bankia desde el BCE

  • Su nombre se ha convertido en uno de los protagonistas del juicio después de que Rato le señalara como el artífice de su salida en el banco.
Fotografía de Luis de Guindos con Rodrigo Rato / EFE
Fotografía de Luis de Guindos con Rodrigo Rato / EFE

El exministro de Economía Luis de Guindos pretende evitar a toda costa acudir en persona a la Audiencia Nacional. Por ese motivo, el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), que está citado como testigo en el juicio que acoge este órgano por presuntas irregularidades en la salida a bolsa de Bankia, ha solicitado al tribunal que le permita declarar por videoconferencia desde la sede de la institución en Frankfurt. 

Los magistrados de la Sección Cuarta han dado traslado de esta petición a las partes para que se pronuncien sobre este asunto; entre ellas, a la Fiscalía Anticorrupción, la cual no se opondrá a esta pretensión, según ha podido saber este diario. Con todo, los magistrados están terminando de interrogar a los 34 acusados por los pormenores del debut bursátil y, tras los mismos, dará comienzo la ronda de testigos que inaugura este mismo miércoles el actual presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri.

Se trata de una fase también de máxima importancia teniendo en cuenta que hay nombres, como el del propio exministro económico del Gobierno de Mariano Rajoy, que se han repetido mucho a lo largo de estos meses de juicio. Por ese motivo, todo apunta a que De Guindos tendrá que responder todas las cuestiones relativas a la salida de Rodrigo Rato de la entidad a comienzos de mayo de 2012, después de que éste relatara al término de su turno en el banquillo de los acusados que el ministro forzó su salida de Bankia tras varias reuniones a cuatro bandas en la sede del ministerio con los entonces presidentes del Banco Santander, La Caixa y BBVA. 

El exdirector gerente del FMI puso entonces el foco en De Guindos afirmando que los requerimientos que se exigieron a Bankia de unas provisiones de 15.000 millones de euros fueron "completamente desproporcionados" y respondían a motivaciones políticas y no económicas. El expresidente de la entidad también contó que en mayo de 2012, a los pocos días de presentar las cuentas ante la CNMV y sin el sello del auditor, De Guindos le trasladó la necesidad de que abandonara el banco, por recomendación expresa de Francisco González. Precisamente Rato sacó a relucir el papel de FG en todo este asunto en plena crisis dentro del BBVA por el encargo de espionaje al comisario jubilado José Manuel Villarejo que ha terminado por desembocar en su dimisión como presidente de honor de la entidad.

Con todo, el exvicepresidente económico del Gobierno no fue el único que habló de este asunto; a lo largo de los interrogatorios también se pronunciaron sobre el papel que jugó De Guindos en el fin de la época Rato otros acusados como Francisco Verdú Pons o el exdirigente de IU José Antonio Moral Santín. El primero de ellos, que protagonizó un importante desencuentro con Rato durante el juicio de las tarjetas 'black' al declarar que se negó a emplear estas visas porque no las consideraba éticas, mostró más sintonía con él en esta vista y echó un capote al exbanquero al ratificar su versión y asegurar que éste le trasladó su nerviosismo aquellos primeros días de mayo por las reuniones que se estaban produciendo entre De Guindos y los principales competidores de Bankia. 

Otro exconsejero que también se refirió a este extremo fue Moral Santín. El mismo calificó de "inaudito y realmente preocupante" que no figure en las actas de Economía y Competitividad el contenido de los encuentros en los que participaron Emilio Botín, Isidro Fainé y Francisco González. Según precisó, los exmiembros del Consejo de Administración se enteraron de estos pormenores durante el procedimiento judicial, lo que les llevó a pedir copia de las actas del Ministerio con el fin de estudiar estos encuentros si bien descubrieron que no hay constancia por escrito de los mismos. Igualmente denunció opacidad en estos encuentros y expuso que deberían haber participado en los mismos representantes del Banco de España.

Menos presión mediática

Aunque De Guindos no tendría por qué cruzarse necesariamente con Rato en el juicio porque los magistrados le libraron de tener que asistir a todas las sesiones, lo cierto es que, de admitirse su pretensión, no solo se ahorraría tener que trasladarse desde Frankfurt hasta la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares (Madrid) sino que además lograría restar mucha presión mediática a esta citación judicial que se produce cuando su carrera profesional se encuentra en otro punto completamente diferente a los hechos que se discuten en este juicio relativos a hace siete años atrás.

A falta de conocer la decisión que adopte el tribunal, los primeros testigos en desfilar por la Audiencia Nacional serán el actual presidente de la entidad José Ignacio Goirigolzarri y ya el próximo lunes el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Los dos testimonios serán también especialmente relevantes de cara a conocer los pormenores de la integración de las siete cajas que dieron nacimiento al SIP -y que muchos acusados achacaron a órdenes directas del Banco de España- así como lo relativo a la reformulación de las cuentas de 2011 que se produjo ya bajo la presidencia de Goirigolzarri y que afloraron unas pérdidas de la entidad cercanas a los 3.000 millones de euros.

Mostrar comentarios