¿Ha visto usted alguna negociación pública entre partidos? yo tampoco

    • Las formaciones políticas que aspiran a gobernar no se han sentado a negociar con aquellas que tratan de sumar a su investidura.
    • De nuevo los nombres y el poder se imponen a una agenda con medidas concretas para el bienestar de los ciudadanos y ha pasado un mes y un día desde las elecciones.

¿Qué están haciendo los políticos con nuestros votos?¿En qué ha quedado el nuevo lenguaje político de los partidos? ¿Realmente se ha escuchado el mensaje de las urnas? La respuesta es que los políticos han estado una vez más por debajo de las expectativas. El nuevo lenguaje vuelve a ser el de siempre: el yo, yo, yo, el tú no, tú no, tú no, el contigo me hablo, el contigo no, o el haz las propuestas tú. Solo ha quedado claro que, de nuevo, el debate de los sillones y quién entrará en la Moncloa y con quién se ha convertido en más importante que el qué hacer entre todos para mejorar la vida de los ciudadanos. Aún no entienden los políticos una de las claves de la sociedad de hoy. No nos importa quién gobierne sino lo que haga. Y de eso se habla poco. Casi nada. Ni un papel con propuestas concretas que lleguen a buen puerto.Especulaciones y nulas certezas

Todo han sido especulaciones y pocas certezas desde el pasado 20-D. En pleno proceso de conversaciones con el Rey para que Felipe VI decida el candidato a la investidura, los contactos mantenidos entre los partidos para desencallar la presidencia más compleja de la democracia han sido prácticamente nulas.

Ellos mismos lo reconocen en público y en privado. En este tiempo, los partidos se han dedicado más bien a hacer sumas en base a las declaraciones de sus adversarios en la 'palestra' mediática. Pocos han sido los encuentros para explorar sendas comunes. Pocas, o ninguna, las propuestas encima de la mesa para tratar de convencer a los posibles 'socios' de inevstidura.

Mientras ciertos movimientos- la renuncia a los cuatro grupos en la Mesa del Congreso- hacen prever que un acercamiento entre PSOE y Podemos para hacer presidente a Sánchez, desde la formación emergente aseguran no tener ninguna propuesta de los socialistas para decidir sobre ese apoyo.

Lo cuentan desde Cataluña, donde defienden su promesa del derecho a decidir, pero con la misma firmeza que un compromiso por las políticas sociales: blindaje de servicios públicos en la Constitución, despolitización de la justicia, medidas contra la corrupción y reforma integral de la ley electoral. "Difícilmente podremos decidir si ser flexibles o no si no tenemos ninguna propuesta encima de la mesa", reprochan las mismas fuentes, preguntadas por si la condición- "que no línea roja", señalan"- del referéndum para Cataluña podría quedar en un segundo plano.

Las negociaciones con otras formaciones, como las nacionalistas, se habrían limitado también a cuestiones como la composición de la Mesa del Congreso. Las medidas para un nuevo Gobierno ni se han planteado. Desde el PNV, donde se han mostrado más partidarios de dar apoyo a Sánchez que a Rajoy, se han marcado las líneas rojas para el futuro candidato: nuevo estatus para Euskadi con derecho a decidir y relación bilateral con el Estado. "Esto no es un mercado", afeó este jueves el diputado peneuvista Joseba Agirretxea, visiblemente indignado porque se requiriesen apoyos sobre candidatos y no sobre programas. Lo importante, dijo en una entrevista en ETB 1, no es a quién apoya el PNV, "sino para qué y a cambio de qué, o mejor dicho, a cambio de qué compromisos".

Al presidente en funciones, Mariano Rajoy, le dejó también esta mañana en evidencia la llamada de un programa de humor catalán en el que un falso president Carles Puigdemont le solicitaba un encuentro. "Tengo la agenda muy libre", admitía el líder del PP. Un extremo sin duda sorprendente cuando se supone un proceso de negociaciones. Rajoy reconoció incluso que en las últimas semanas no había tenido contactos con ningún grupo y que tampoco tenía pensado tenerlos en los próximos días.

Rajoy se ha mantenido desde el 20-D prácticamente inamovible, una actitud que le reprochan en su propio partido. Tras varios intentos a la desesperada para que Sánchez acabase aceptando la propuesta de un Gobierno constitucionalista, el líder popular se fía ahora a dos únicas salidas: el fracaso de Sánchez en su empeño con Podemos o unas nuevas elecciones.

En este tiempo, Rajoy no ha tendido ninguna propuesta concreta al resto de formaciones. Con Sánchez se vio el 22 de diciembre en un encuentro de protocolo en Moncloa de apenas tres cuartos de hora. Con Ciudadanos, partido con el que anhelaba acuerdos, no ha habido ningún tipo de contacto. El presidente de la formación naranja admitía este jueves que ni PP ni PSOE se habían puesto en contacto con él para negociar pactos de investidura ni de formación de gobierno. Tampoco sus líderes. Rivera se mostraba así "sorprendido" de "ciertos silencios".

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