Haidar denunció acuerdo de España y Marruecos para expulsarla y secuestrarla

  • Málaga.- La activista saharaui Aminatu Haidar denunció un acuerdo entre los gobiernos de Marruecos y España para "secuestrarla y expulsarla", según consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso Efe, que presentó tras su llegada al aeropuerto de Lanzarote y en la que se recogen sus primeras reivindicaciones.

Ingresa en el hospital la activista saharaui Aminatu Haidar
Ingresa en el hospital la activista saharaui Aminatu Haidar

Málaga.- La activista saharaui Aminatu Haidar denunció un acuerdo entre los gobiernos de Marruecos y España para "secuestrarla y expulsarla", según consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso Efe, que presentó tras su llegada al aeropuerto de Lanzarote y en la que se recogen sus primeras reivindicaciones.

La mujer está hospitalizada en esta ciudad cuando cumple hoy 32 días de la huelga de hambre después de haber sido expulsada por autoridades marroquíes del Sahara Occidental.

En compañía de dos abogadas y un intérprete, Haidar presentó el 15 de noviembre la mencionada denuncia ante la policía de Lanzarote y en ella "advierte a las autoridades españolas de que son responsables de las consecuencias que le puedan acarrear su huelga de hambre".

La denuncia, que consta de cinco folios, va dirigida "contra todas aquellas instituciones, entidades públicas o privadas y personas que resulten responsables de los hechos relatados", porque fue trasladada "a la fuerza" e indicó que "su vida y sus hijos están en el Sahara", lugar al que quiere volver.

Para Haidar "esta situación está producida por una complicidad entre el Gobierno marroquí y el Gobierno de España por la que Marruecos la expulsa y España la secuestra, violando así todos los derechos recogidos en la Declaración de Derechos Humanos".

Al llegar a España, la activista explicó a la Policía que su permiso de residencia temporal fue concedido "únicamente por razones excepcionales de tipo humanitario", debido a que precisa tratamiento médico en España por el deterioro físico que le produjeron "sus años como desaparecida forzosa y, posteriormente, como presa de conciencia".

En este sentido, advirtió de que "un permiso de residencia excepcional por razones humanitarias nunca se puede convertir en una orden contra ella".

Además en el texto reivindica la intervención inmediata del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, acompañada de una acción urgente para su protección y regreso inmediato a su patria, "en tanto que el Sahara Occidental es un territorio no Autónomo bajo la custodia de Naciones Unidas".

La mujer antes de bajarse del avión relató que fue obligada a venir a España y que el propio piloto, aunque se negó a trasladarla, le advirtió de que la tenía que llevar "porque el ministerio de Asuntos Exteriores español ha dado la conformidad".

La activista le dijo al comandante que le habían arrebatado su pasaporte y que no quería viajar a España, "por lo que tendría que asumir su responsabilidad al trasladarla bajo presión".

Por ello, el piloto se negó y dijo no hacerse responsable de su traslado, pero el comisario provincial le indicó que "eso no le atañe" y que "sólo le interesa el billete de la pasajera".

Pese a ello, el comandante realizó dos llamadas para consultar si podía viajar sin pasaporte y sobre si, aunque no tuviese dicha documentación, podía hacerlo al ser residente en España.

Las autoridades marroquíes, según el texto, llegaron a increpar al comandante del avión y dijeron: "tú la tienes que llevar y lo que estás es ganando tiempo para cobrárselo a la empresa".

La denuncia señala que, tras recibir una llamada, el piloto accedió finalmente a las exigencias de los mandos policiales allí presentes, pero ella insistió en su desacuerdo en ser enviada a territorio español, momento en que fue "presionada" para subir.

Del texto se desprende que desconocía el lugar al que la llevaban, ya que antes de tomar tierra en la isla de Lanzarote el piloto informó a los pasajeros del sitio donde tomarían tierra, por lo que quedó sorprendida ya que allí no tenía ni familia ni arraigo.

La mujer informó al comandante de que no iba a abandonar el avión y el piloto tuvo que realizar una llamada para advertir de ello.

Agentes policiales se trasladaron al avión e informaron a la activista de que había "instrucciones de la Superioridad a fin de aceptarla en territorio español, siendo suficiente para su entrada legal en España tener la condición de residente temporal".

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