Los cinturones explosivos que llevaban los presuntos terroristas de los atentados del 13-N en París se fabricaron en un apartamento del distrito bruselense de Schaerbeek, según han hoy los diarios De Standaard, Het Niewsblad y Het Laatste Niews.
La información ha sido confirmada hoy por la Fiscalía. Además, ha señalado que una huella digital de Salah Abdeslam se encontró en el piso de Bruselas donde se fabricaron estos cinturones.
Los investigadores piensan que esa vivienda, que había sido alquilada por uno de los sospechosos, también sirvió de escondite a Salah Abdeslam después de los atentados.
El apartamento donde se fabricaron los explosivos fue descubierto el 9 de diciembre la Policía, según la Agencia Belga.
En el interior de esa vivienda se encontraron restos de peróxido de acetona (TATP) y tres cinturones cosidos a mano que podrían haber sido empleados para transportar los explosivos. Los detonadores se terminaron de montar en un hotel cercano a París (Alfortville), donde Abdeslam había reservado dos habitaciones.
Abdeslam es el principal sospechoso huido y sobre él pesa una orden de busca y captura internacional.
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