Entre tacos y hamburguesas, aficionados de México y EEUU comparten en Columbus

Los aficionados de las selecciones de fútbol de Estados Unidos y México compartieron entre cervezas y hamburguesas en un clima amistoso, este viernes en Columbus, Ohio, en la antesala del clásico de la Concacaf clasificatorio al Mundial Rusia-2018.

Tres días después de que Donald Trump fuera elegido presidente estadounidense, existían preocupaciones de que el juego pudiera tener connotaciones políticas, pero horas antes del encuentro en el Columbus Crew Stadium, no habían señales de tensión.

Los aficionados de ambos equipos se reunieron en los estacionamientos para disfrutar de una tradicional fiesta con asados, cerveza, perritos calientes y hamburguesas para los aficionados estadounidenses y tacos para los visitantes.

"Cuando se trata de fútbol, la gente viene a un juego para poner de lado todas las demás cosas por 90 minutos. Eso es lo que va a pasar aquí esta noche", dijo Eric Belmonte, quien condujo desde Louisville, Kentucky, con un grupo de amigos.

A pesar de que los Estados Unidos eligen jugar en el relativamente pequeño estadio de Columbus Crew, con capacidad para 24.000 personas, a fin de disfrutar de la ventaja de la localía en una zona sin una gran comunidad mexicana, se nota la presencia de centenares de fanáticos del Tri.

"Estábamos conduciendo aquí y vimos un coche de Texas lleno de fans mexicanos que habían conducido todo el camino aquí y me gusta eso", dijo Belmonte.

Algunos aficionados mexicanos comparten cervezas con amigos que apoyaban a Estados Unidos, e insistieron en que no había nada político en el ambiente.

"El fútbol es diferente. Separa la política de todo lo demás", dijo Javier López.

El principal grupo de seguidores de Estados Unidos, los 'The American Outlaws', emitió un comunicado en el que pedía a sus 8.000 fanáticos que respetaran sus políticas contra el racismo.

"Lo que le pedimos a todos y cada uno de los que están en nuestras secciones y en nuestros eventos no es mucho, sólo la decencia humana básica: no hay racismo, no hay sexismo, no hay homofobia, no hay discriminación, no hay ataques físicos o verbales", subrayó la nota.

Una cuenta de twitter de Outlaws había condenado enérgicamente a un fan que preguntó en un sitio de medios sociales si se le permitiría cantar "construir ese muro" cuando se cobrara un tiro libre, una clara referencia a la política de Trump de construir un muro fronterizo con México.

Los jugadores estadounidenses estuvieron toda la semana expresando su confianza en que los seguidores se comportarían respetuosamente y el entrenador de México, el colombiano Juan Carlos Osorio, también dijo que el juego no debería tener nada que ver con la política.

El delantero mexicano Javier Hernández había admitido sin embargo que una victoria sería más dulce en las actuales circunstancias.

"Hay momentos que no son tan agradables para algunas personas, y (la elección) no fue lo mejor para los latinos y para todos nosotros, pero la vida continúa", dijo el 'Chicharito' Hernández a la cadena Univision en español.

"Tristemente esa fue la decisión que tomó el país, si nuestro juego les puede dar un poco de alegría y quitarles la tristeza que están pasando (los mexicanos en Estados Unidos), muy bien entonces", añadió.

Mostrar comentarios