Heridos durante tiroteo en Metro chileno están fuera de riesgo vital

  • Las personas heridas este domingo durante un tiroteo protagonizado por un exfuncionario policial en el Metro de Santiago, que se saldó con la muerte de dos pasajeros y el suicidio del agresor, evolucionan favorablemente de sus lesiones y se encuentran fuera de riesgo vital, informaron hoy fuentes médicas.

Santiago de Chile, 18 jul.- Las personas heridas este domingo durante un tiroteo protagonizado por un exfuncionario policial en el Metro de Santiago, que se saldó con la muerte de dos pasajeros y el suicidio del agresor, evolucionan favorablemente de sus lesiones y se encuentran fuera de riesgo vital, informaron hoy fuentes médicas.

Las fuentes precisaron que se trata de cuatro personas que fueron hospitalizadas tras el incidente, de un total de seis alcanzadas por los disparos, de las que dos fallecieron posteriormente.

Uno de los heridos, una joven de 20 años, fue dada de alta este lunes desde un centro médico de la capital chilena, mientras que los otros tres permanecen ingresados, aunque no se teme por su vida.

El incidente se produjo este domingo por la tarde en el último vagón de un tren del Ferrocarril Metropolitano de Santiago, cuando Israel Huerta Céspedes, un exauxiliar de aseo de la Policía de Investigaciones (PDI), de 45 años, abrió fuego con una pistola contra los pasajeros.

De forma inicial se había indicado que Huerta Céspedes había sido oficial de la institución policial.

Tras disparar contra los demás ocupantes del vagón, el agresor esperó que el tren se detuviera, salió pausadamente del Metro y caminó unos 200 metros hasta un sitio cercano a la estación Plaza de Maipú, en el municipio del mismo nombre, en el área suroeste de la ciudad, donde se disparó en la cabeza y murió de forma instantánea.

Las autoridades del hospital de urgencias al que fueron llevados los heridos informaron hoy que dos de ellos, dos jóvenes de 20 y 23 años, se encuentran fuera de riesgo vital y se recuperan de sus heridas.

Otro joven de 23 años se encuentra ingresado en el Hospital Barros Luco con pronóstico reservado, aunque está consciente.

El asesino tenía dos armas inscritas legalmente a su nombre, a pesar de que, según fuentes policiales, en 1994 fue expulsado de la PDI por mala conducta reiterada.

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