Hijo del español asesinado en México reprocha al Gobierno que no les ayudara

  • Amador Montoya, el hijo de uno de los dos españoles asesinados en Culiacán (México) el 4 de mayo, reprochó hoy al Gobierno y a las autoridades mexicanas no haber recibido ayuda alguna para repatriar los cuerpos de sus familiares, cuyos trámites han costeado con el dinero de amigos.

Madrid, 20 may.- Amador Montoya, el hijo de uno de los dos españoles asesinados en Culiacán (México) el 4 de mayo, reprochó hoy al Gobierno y a las autoridades mexicanas no haber recibido ayuda alguna para repatriar los cuerpos de sus familiares, cuyos trámites han costeado con el dinero de amigos.

"Nadie nos ha ayudado, ni siquiera nos informaron de la muerte de mi padre. Todo lo hemos tenido que pagar nosotros con aportaciones de amigos y de la iglesia evangelista", aseguró a Efe el hijo de José Montoya, de 58 años, que fue hallado muerto junto al también español Fernando Carmona, de 57, en el interior de un coche esposados y con varios disparos en el cuerpo.

Sobre las investigaciones para esclarecer el doble asesinato, Amador explicó que no hay ningún avance por el momento, aunque ha dejado claro que su padre "ni era narcotraficante ni ha sido asesinado por un ajuste de cuentas" como han publicado algunos medios de comunicación.

"Mi padre era un simple vendedor ambulante de chaquetas y cuadros. No tenía dinero ni para volverse a España", añadió Amador, quien apuntó que le había comprado un billete de avión para venir a Madrid y que, al no recibir noticias desde México, decidió denunciar su desaparición el día 5.

Entonces su padre y su compañero ya habían sido asesinados, aunque sus cuerpos no aparecieron hasta el día 11 en un coche arrojado a un canal cercano de Culiacán, la capital de Sinaloa, en el asiento de atrás, esposados y con varios impactos de bala.

Montoya ve "extraño" el doble asesinato y cree que la policía mexicana puede estar detrás del mismo, ya que su padre, que residía en México desde hace más de un año, tenía una diligencia judicial pendiente de diciembre por el supuesto robo de un vehículo.

En su opinión, pudo ser la propia policía la que primero ordenara su secuestro y que "al verse presionados por la denuncia de desaparición decidieran después ejecutarlos".

Además, cree que los autores del crimen quisieron hacer pensar a las autoridades que el móvil de los asesinatos era un ajuste de cuentas perpetrado por las "mafias" que operan en Sinaloa, cuna de los principales capos históricos y actuales de México, donde predomina el cartel que lleva el nombre de este estado, encabezado por Joaquín "el Chapo" Guzmán.

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