Hizbulá niega haber recibido armas químicas del régimen sirio

  • El líder del grupo libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, negó hoy que el régimen sirio haya traspasado parte de su arsenal de armas químicas al movimiento chií, uno de sus más firmes aliados.

Beirut, 23 sep.- El líder del grupo libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, negó hoy que el régimen sirio haya traspasado parte de su arsenal de armas químicas al movimiento chií, uno de sus más firmes aliados.

"Esas acusaciones son ridículas y algunos han aprovechado para llevar a cabo una campaña mediática contra Hizbulá", dijo Nasralá en un discurso emitido por la televisión libanesa Al Manar.

La oposición siria ha acusado al Gobierno de Damasco, que encabeza el presidente Bachar al Asad, de traspasar armas químicas a sus aliados regionales, Hizbulá e Irán, una posibilidad que también han apuntado EEUU e Israel.

Según el dirigente chií, "la utilización de esas armas es inaceptable incluso en el marco de una guerra psicológica contra Israel".

"Nunca hemos pedido a nuestros hermanos sirios esas armas y tampoco lo haremos en el futuro", agregó, al señalar que existe un "impedimento religioso" a ese respecto.

El jefe de Hizbulá instó a los libaneses a ser "prudentes respecto a esas acusaciones que pueden tener consecuencias graves en el Líbano".

También pidió a Turquía y a los países del Golfo, con Arabia Saudí a la cabeza, examinar su postura hacia Siria de apoyo a los rebeldes y a un eventual ataque militar extranjero.

"El hecho de apostar por una batalla militar es destructivo y fracasará", dijo el jeque, que abogó por una solución política y el diálogo.

Esta posición contrasta con su reconocimiento este año de que miembros de Hizbulá combaten en Siria junto a las tropas del presidente Al Asad.

Al respecto, Nasralá minimizó hoy la importancia de sus efectivos desplegados en el país vecino, aunque enfatizó que lo que sucede allí justifica su participación.

"Los extremistas (que combaten en Siria a Al Asad) constituyen una amenaza a la seguridad del Líbano", subrayó.

Su implicación en la guerra en Siria ha polarizado aún más a los libaneses, cuyos dirigentes políticos son incapaces desde hace meses de formar Gobierno y rehúsan el diálogo nacional.

En este sentido, Nasralá se mostró dispuesto a que su grupo participe en el diálogo nacional, interrumpido desde el año pasado, y a que se discuta su implicación en la guerra siria.

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