Hollande busca sanciones más duras contra el régimen de Al Asad y su apoyo

  • El presidente de Francia, François Hollande, subrayó hoy que el mantenimiento de la violencia en Siria "no salvará" al régimen de Bachar al Asad y animó a la comunidad internacional a imponer sanciones más duras contra ese Ejecutivo y sus apoyos para que cese.

París, 6 jul.- El presidente de Francia, François Hollande, subrayó hoy que el mantenimiento de la violencia en Siria "no salvará" al régimen de Bachar al Asad y animó a la comunidad internacional a imponer sanciones más duras contra ese Ejecutivo y sus apoyos para que cese.

En la apertura de la tercera conferencia ministerial de los "Amigos del Pueblo sirio", que sigue a las celebradas en Túnez y Turquía, el jefe del Estado francés recalcó la importancia de aplicar de manera efectiva el plan de paz acordado el pasado 30 de junio en Ginebra.

"Todos tenemos un rol que desempeñar", dijo Hollande en su alocución, en la que consideró esta crisis una "amenaza" para la seguridad y la estabilidad internacional, y animó a los cerca de cien representantes estatales y de organizaciones internacionales a que cierren este encuentro con resultados concretos.

Entre ellos, pidió que no haya impunidad para los crímenes cometidos en Siria, que se impongan sanciones más severas, se refuerce el apoyo a la oposición democrática, se aumente la ayuda humanitaria y llegado el momento se ayude a la población a reconstruir el país.

"Nuestra movilización debe animar al Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) a asumir sus responsabilidades para apoyar el plan para salir de la crisis presentado por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan", indicó.

En este encuentro, en el que no participan representantes de Rusia y de China, Hollande insistió en que la situación es tanto más peligrosa por el hecho de que el régimen sirio no tiene más estrategia que la violencia, y consideró una necesidad "política y humanitaria" hacer todo lo posible para que acabe.

"La población siria vive un drama de una amplitud inaudita", lamentó el presidente galo, que recordó que desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 la represión ha causado la muerte de al menos 15.000 personas, la mayor parte civiles, mujeres y niños, además de decenas de miles de heridos y de desplazados.

Hollande subrayó que los llamados "Amigos de Siria" actúan en apoyo de Annan y están abiertos a todos los que comparten ese objetivo, y destacó la necesidad de seguir esa labor porque los resultados de Ginebra no fueron "satisfactorios".

"Quiero creer pese a todo -destacó- que constituye un paso en la buena dirección: la de un compromiso sincero de todos los participantes en el apoyo al principio de una transición política y a los medios para lograrla".

Hollande advirtió además a quienes apoyan al régimen sirio que se hacen cómplices de sus crímenes y "prolongan la crisis sin ofrecer soluciones", y defendió que en el estado en el que se encuentra esta crisis actuar no supone una injerencia porque su mantenimiento constituye una amenaza a nivel internacional.

"Debemos ser claros: Queremos una solución política en Siria. Pero no permitiremos que la crisis se prolongue en beneficio de un régimen asesino", concluyó el presidente, que pidió a los presentes mantener un minuto de silencio en honor de las víctimas sirias.

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