Hollande, emplazado a definirse, salta a la arena mediática

  • El presidente francés, François Hollande, al que desde la oposición conservadora y desde las filas de la izquierda se le insta a definirse tras seis meses en el cargo, saltará el martes próximo a la arena mediática en su primera gran cita con la prensa.

Javier Alonso

París, 11 nov.- El presidente francés, François Hollande, al que desde la oposición conservadora y desde las filas de la izquierda se le insta a definirse tras seis meses en el cargo, saltará el martes próximo a la arena mediática en su primera gran cita con la prensa.

Tradición marcada por la V República que inició el general Charles de Gaulle, los presidentes franceses han estimado en mayor o menor medida este canal solemne de la gran conferencia de prensa en el Palacio del Elíseo, a la que se pliega Hollande ahora.

Tres veces usó de ella su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, y el nuevo presidente, fiel a su compromiso de comparecer ante la prensa y los franceses cada seis meses, lo cumple ahora.

Lo hace con los sondeos a la baja por una gestión incomprendida entre muchos y mientras Francia se asoma aún más al precipicio de la crisis económica, con más de medio cuerpo afuera.

La Grande Salle de Fêtes de la sede de la presidencia, con una asistencia esperada de unos 400 periodistas, recupera así la calidad de atrio privilegiado para el jefe del Estado llamado ahora a definirse y a definir el rumbo de una política que no queda clara para muchos franceses, a decir de los sondeos.

La falta de coordinación demostrada, al menos en sus declaraciones públicas, por el equipo que gobierna su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, el avance de la desindustrialización del país, la amenaza de una nueva descalificación externa de la política económica vía nota de la deuda pública, o las dudas sobre si Berlín le marca los pasos a París exigen ahora a Hollande pronunciarse.

Él mismo ha adelantado lo que piensa de lo que dicen de su acción y de él mismo con entrevistas o declaraciones citadas en varios medios de comunicación durante los últimos días, como a "Le Monde", al que protestó: "¡Yo conocía el estado del país".

Un eventual descubrimiento tardío por su parte de la realidad que pesa sobre la segunda economía de la Unión Europea es uno de los sellos recurrentes que le imponen a su gestión sus críticos y Hollande dijo al vespertino que confía en que saldrá de la crisis económica, aunque admitió que también "puede haber un escenario negro".

Al semanario "Le nouvel observateur" reconoció esta semana pasada en "off" (con compromiso de no atribuirlo a la fuente pero que la publicación difundió sin equívocos): "la gente se pregunta a dónde voy, dónde les llevo. Es normal. Piensan que estamos descubriendo una realidad a la que reaccionamos golpe a golpe. Tengo que recordar el objetivo", insistió.

Y hablando de cuál es su prioridad, aseguró que esa consiste en "restablecer la soberanía francesa", declaración a la que agregó que esto "pasa por reducir la deuda", aunque a no pocos franceses aquello les pueda sonar más bien a un reconocimiento explícito de que París ya no guía su propio destino.

A otro semanario, "Marianne", declaró el sábado que la derecha le "detesta" y asumió un "cambio de política", justo en la misma semana en la que su Gobierno anunció drásticas medidas para recuperar la competitividad del país, financiadas en parte con el impopular incremento del impuesto sobre el valor añadido (IVA).

El presidente se ve a sí mismo además más asediado que su mentor, el expresidente François Mitterrand, su espejo político declarado, por la clase empresarial, a muchos de cuyos representantes recibe en el Elíseo y entre los que detecta que le ven "como un adversario".

Aunque el jefe de Estado parece apreciar que esa resistencia tiene más que ver con su "persecución" a las grandes fortunas del país, con su impuesto del 75 % para quienes tengan rentas anuales superiores al millón de euros.

En fin, el presidente tiene ante sí la tarea de aclararse y aclarar, cuando desde sus propios socios en el Gobierno -los ecologistas- se siembran dudas sobre el compromiso de llevar el barco a buen puerto.

Con media Francia admirada por una hazaña marinera, la regata vuelta al mundo sin escalas y en solitario Vendée Globe que zarpó el sábado de la costa atlántica, el conocido caricaturista Plantu dio en la diana sobre lo que muchos opinan de su gestión al hacer decir al Hollande caricaturizado como patrón: "y volveré exactamente a mi punto de partida, sin escalas".

Es decir, como antes de empezar.

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