Homenaje nacional en Francia al histórico socialista Pierre Mauroy

París, 11 jun.- El presidente de Francia, François Hollande, presidió hoy el homenaje nacional ofrecido al histórico socialista Pierre Mauroy, que fue primer ministro de 1981 a 1984 al llegar al poder François Mitterrand, y alcalde de Lille durante 28 años.

Mauroy falleció el pasado viernes en París a los 84 años de edad, y consiguió congregar hoy en el Hotel de los Inválidos a representantes de la mayoría y de la oposición, y a figuras del socialismo internacional.

"Pocos hombres, incluso eminentes, puede tener el orgullo de haber construido la Historia de su país", indicó Hollande en su discurso, donde realizó un amplio elogio a la gestión del antiguo jefe de Gobierno.

Mauroy demostró, a su juicio, que "se puede tener sentido de la responsabilidad y conservar un ideal, (...) defender a las clases populares y trabajar para todos los franceses, ser fiel a la tradición y preparar el futuro, ser un hombre de Estado y seguir siendo un hombre del pueblo".

Nacido en 1928 en Cartignies, localidad próxima a Bélgica, Mauroy fue el primogénito de siete hermanos en una familia impregnada por el socialismo.

En 1944, al final de la Segunda Guerra Mundial, se afilió a las Juventudes Socialistas, de las que fue su secretario nacional de 1955 a 1959, y en 1965 apoyó activamente la candidatura de Mitterrand a la presidencia de la República como candidato único de la izquierda frente al entonces jefe de Estado, Charles de Gaulle.

A comienzos de los años 1970 se alejó algo de la línea de Mitterrand al acercarse al socialismo reformista de Michel Rocard, al tiempo que inició su mandato como alcalde de Lille, que se prolongaría de 1973 a 2001.

"Pierre Mauroy entró en la Historia por haber sido el artífice de grandes conquistas sociales y de libertades nuevas", señaló hoy Hollande, que destacó entre otras la reforma por la descentralización o la instauración de la quinta semana de vacaciones pagadas.

Rendirle homenaje, según concluyó, es hacer al mismo tiempo "un elogio de la valentía en política, de la constancia y de la fidelidad, a sus orígenes, a los trabajadores, a su partido, sus amigos, sus ideas, su ciudad, su país y Europa".

Mauroy, cuyo féretro llegó al patio central de los Inválidos cubierto con la bandera tricolor, recibió hoy honores militares en un acto al que asistió su viuda, Gilberte, y miembros de su familia.