Hospital Vall Hebron implanta dispositivo para prevenir alteraciones corazón

  • El Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona ha informado hoy de la aplicación de un nuevo dispositivo inyectable que permite diagnosticar alteraciones en el corazón y aporta más información sobre su funcionamiento.

Barcelona, 6 mar.- El Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona ha informado hoy de la aplicación de un nuevo dispositivo inyectable que permite diagnosticar alteraciones en el corazón y aporta más información sobre su funcionamiento.

Según el jefe del Programa de Arritmias de este hospital, el doctor Ángel Moya, "el nuevo sistema de monitorización supone un avance para los pacientes porque les permite continuar con su día a día sin interrupciones ni incomodidades, también permite a los médicos disponer de más información sobre el funcionamiento del corazón y, así, diagnosticar posibles arritmias".

El Reveal LINQ ICM es el aparato de monitorización cardíaca más pequeño disponible para pacientes y se ha usado por primera vez con éxito en 12 hospitales de España, entre ellos Vall d'Hebron.

El dispositivo está situado justo debajo de la piel, mediante una incisión de menos de un centímetro en la zona superior izquierda del pecho, prácticamente invisible a la vista una vez inyectado.

Este aparato sirve para pacientes que hayan experimentado síntomas como mareos, palpitaciones, síncopes y dolor en el pecho que puedan sugerir una arritmia cardíaca; y en aquellos pacientes con más riesgo de sufrirlas, ya que permite seguir el funcionamiento del corazón durante más de tres años.

Además, sus dimensiones hacen que los pacientes no noten casi que lo llevan. Forma parte de un potente sistema de monitorización remota diaria, que sirve a los médicos para recibir notificaciones sobre algún tipo de alteración cardíaca.

La arritmia es cualquier cambio del ritmo normal del corazón, que puede ir desde latidos muy lentos a aceleraciones muy marcadas que pueden llegar a provocar episodios de pérdida de conocimiento y en algunos pacientes, incluso, un paro cardíaco.

Cada año, el Hospital Universitario Vall d'Hebron atiende más de 2.500 personas con arritmias y realiza más de 200 ablaciones, un tratamiento con catéter para destruir físicamente el foco, (el 10% de las cuales a enfermos con cardiopatías congénitas, que son de alta complejidad).

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