Disparidad de datos en el seguimiento de la huelga de funcionarios en protesta por el recorte salarial del Gobierno. Mientras que la secretaria de Estado para la Función Pública, Consuelo Rumí, cifró en el 10,99 por ciento el respaldo de los empleados públicos hasta las 13 horas; los sindicatos convocantes elevaron la participación desde el 70 hasta el 75 por ciento tras el turno de tarde, un éxito para ellos según señalaron. Por su parte, la Federación Española de Municipios y Municipios (FEMP) calculó un seguimiento de alrededor del 10,5 por ciento, según una muestra interna realizada en distintos ayuntamientos y diputaciones provinciales.
En su segunda rueda de prensa para ofrecer datos de participación, Rumí insistió en que la jornada de paro de 24 horas convocada por CCOO, UGT y CSI-CSIF se está desarrollando con normalidad y con incidentes "menores". Asimismo, quiso poner de manifiesto el respeto del Gobierno por las organizaciones sindicales convocantes y por el derecho constitucional de los empleados públicos que han decidido secundar la huelga, lo que "hay que hacer compatible con el derecho de la ciudadanía al servicio público".
El Gobierno está supervisando la participación a través de controles de presencia con la firma de los trabajadores que entran en cada turno y que se remiten desde los departamentos de recursos humanos, a través de Ministerios y delegaciones de Gobierno, a la Secretaria de Estado para la Función Pública, que es donde se ha centralizado el seguimiento.
Por parte de los sindicatos, el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Julio Lacuerda, aseguró que la participación está siendo "importantísima" y afirmó ser consciente de que los sindicatos se están enfrentando "a una pelea de datos con el Gobierno". Al respecto, advirtió al Ejecutivo de que "haría mal entrando en esa guerra", pues "hay un malestar profundo" entre los empleados públicos, "mayor del que se está manifestando hoy en la calle".
Lacuerda, que se mostró convencido del "éxito profundo" de la convocatoria de hoy, definió esta huelga de los empleados públicos como una "huelga de dignidad", pues quienes la han secundado saben que la decisión del Gobierno de recortar sus salarios es irreversible.
En cuanto al seguimiento por sectores públicos, la Federación de Enseñanza de CC.OO informó que un 70 por ciento de los empleados públicos de la enseñanza ha secundado la huelga. En cambio, para el sindicato independiente ANPE, el índice de seguimiento de la huelga en la enseñanza pública "no ha sido demasiado alto", entre un 30 y un 40 por ciento según las distintas comunidades autónomas.
Para Rumí los datos de seguimiento de la huelga en el sistema educativo y santiario no se conocerán hasta que las comunidades autónomas no terminen de recoger toda la información. En el capítulo de incidencias sólo comentó los retrasos de entre 30 y 60 minutos de los trenes de alta velocidad que unen Madrid con Sevilla, por los que pidió disculpas a los ciudadanos afectados.
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