Huelga de hambre de preso palestino reaviva debate sobre detención administrativa

  • Con su huelga de hambre de dos meses, un preso palestino reavivó el debate sobre la detención administrativa en Israel, una medida extrajudicial que permite el arresto sin cargos ni juicio durante seis meses renovables indefinidamente.

Mohamed Allan puso el jueves fin a su huelga de hambre, que lo sumió dos veces en estado de coma, después de que el Tribunal Supremo israelí suspendiera su detención administrativa, utilizada regularmente para mantener en prisión a sospechosos considerados "peligrosos para la seguridad".

Este abogado de 31 años de edad, presentado como miembro de la Yihad Islámica, fue puesto bajo este régimen en noviembre pasado y los medios de comunicación afirmaron que había amenazado con volver a rechazar alimentarse si era nuevamente encarcelado.

Según Israel, este régimen de detención, heredado del mandato británico en Palestina (1920-1948), es una herramienta esencial para impedir ataques y guardar en secreto información sensible, puesto que este recurso permite a las autoridades no revelar el menor dato sobre el caso en cuestión.

Según los militantes de los derechos humanos, si bien el derecho internacional autoriza estas detenciones en condiciones muy particulares, Israel abusa de la medida, con el objetivo de evitar al sistema judicial.

"Israel sobrepasa el marco de estas condiciones, (autorizando la detención sin cargos) para utilizarla de manera muy amplia", acusa Sarit Michaeli, de la ONG israelí B'Tselem.

"Es tan inaceptable a nivel legal como moral", añade.

Tras la muerte el 31 de julio de un bebé palestino quemado vivo, y después la de su padre, tres sospechosos extremistas judíos fueron puestos en detención administrativa, una medida tradicionalmente reservada a los palestinos.

Según B'Tselem, 370 palestinos se encuentran actualmente bajo este régimen, contra tres judíos.

El ministro de Defensa israelí Moshe Yaalon consideró recientemente que "la detención administrativa de un árabe o de un judío es una medida draconiana", y añadió que "no existe otra opción, hay que protegerse".

"Hay que ser muy prudentes, pero estoy seguro de que hemos puesto en detención administrativa a las personas indicadas", agregó.

Las autoridades israelíes justifican estas detenciones, tanto de palestinos como en muy menor medida de israelíes, explicando que es indispensable cuando los servicios de seguridad no disponen de pruebas suficientes para presentar cargos de acusación que puedan conducir a una condena por parte de un tribunal.

La detención administrativa apunta, según las autoridades, a individuos considerados peligrosos para la seguridad del Estado, en particular aquellos que pueden disponer de información sobre proyectos de atentados.

Las autoridades explican también que les permite encarcelar a una persona sin poner en riesgo la vida de quien o quienes actuaron como informantes.

En la Cisjordania ocupada, a los palestinos se les aplica la ley militar israelí. Este recurso a la detención administrativa conoció máximos en épocas de las dos Intifadas (levantamientos palestinos) de 1987-1993 y 2000-2005.

Los presos palestinos se declaran frecuentemente en huelga de hambre para denunciar esta forma de detención o sus condiciones de encarcelamiento.

A mediados de julio, Israel negoció con otro preso, Jader Adnan, su liberación a cambio de poner fin a su huelga de hambre que llevaba 56 días de duración.

Respecto a Allan, sobre éste pende una espada de Damocles. Las autoridades israelíes se han manifestado dispuestas a liberarlo solamente si sufre daños físicos irreversibles como consecuencia de su huelga de hambre.

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