Hungría y la Comisión Europea tratan de evitar que la ley de medios afecte a la presidencia

  • Budapest.- La presidencia húngara de la UE comenzó con los esfuerzos de Budapest y Bruselas por limar asperezas respecto a la polémica ley de medios magiar para que este asunto no dañe a la presidencia semestral del país centroeuropeo.

Budapest.- La presidencia húngara de la UE comenzó con los esfuerzos de Budapest y Bruselas por limar asperezas respecto a la polémica ley de medios magiar para que este asunto no dañe a la presidencia semestral del país centroeuropeo.

Hungría había asegurado que la prioridad de su presidencia semestral, que empezó el 1 de enero, sería la economía, pero las críticas internacionales contra una ley que puede restringir la libertad de prensa en el país han ensombrecido los demás asuntos.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo hoy en rueda de prensa que la ley se cambiaría si así lo dictamina una investigación europea, y elogió la disposición al compromiso del primer ministro conservador magiar, Viktor Orban.

"Cambiarán la ley si la Comisión, después de la revisión adecuada y legal del texto, determina que en algún punto no se atiene a las exigencias europeas", subrayó Durao Barroso.

"El principio de la libertad de prensa es sagrado en la UE, así como el del pluralismo de los medios", agregó.

El propio Orban reconoció ayer el "mal comienzo" de la presidencia húngara, ya que las críticas a la ley han desplazado a un segundo plano las prioridades europeas de Hungría para el semestre.

El primer ministro húngaro, sabedor de que prolongar este debate sería dañino, aseguró hoy en rueda de prensa: "Haremos todo para que esta discusión no dificulte la presidencia".

Dicha ley fue criticada tanto en Europa como por la oposición en Hungría, ya que establece un Consejo con amplios poderes, compuesto por miembros nombrados por el gobernante partido conservador Fidesz, y se teme que su acción pueda limitar la libertad de prensa.

El nuevo regulador tiene la facultad de imponer multas de hasta 750.000 euros a los medios que atenten contra la moral pública, un concepto vago que deja mucha libertad a la interpretación y que se teme pueda servir de mordaza contra las opiniones críticas.

Barroso y Orbán coincidieron en que la prioridades más importantes de la presidencia húngara serán las económicas, destacando la introducción del llamada "semestre europeo", por el que los Gobiernos de la UE tendrán que adelantar el envío a Bruselas de las principales líneas de sus presupuestos para el ejercicio siguiente.

Barroso dijo que "la responsabilidad de Hungría es tremenda" en el ámbito económico y que "lo que necesitamos es una Europa fuerte", para lo que se necesitan "respuestas amplias" y una mayor coordinación.

La Alta Representante de la UE, Catherine Ashton destacó hoy también en Budapest la importancia de la unidad en el continente en momentos de crisis, asegurando que "no son 27 países que hablan un sólo idioma, sino que hay un mensaje que se pronuncia en 27 voces".

En lo referente a la armonización paneuropea de los impuestos sobre ciertas actividades financieras hay también una sintonía entre Budapest y Bruselas en este primer encuentro.

"Estamos a favor de un acercamiento común sobre un impuesto a los bancos, y si es posible, a las actividades financieras", subrayó Barroso.

En lo que la presidencia húngara espera éxitos es en la integración de Croacia, país balcánico con el que se espera concluir las negociaciones de adhesión a la UE hacia finales de la presidencia magiar, en junio.

Budapest también quiere llegar a un acuerdo respecto a un documento comunitario para lograr una mejor integración de la minoría gitana del continente.

Hungría cuenta con un fuerte gobierno conservador dirigido por Orbán, líder del Fidesz, que en las últimas elecciones legislativas de abril consiguió una mayoría de más de dos tercios en el parlamento de Budapest.

Marcelo Nagy

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