Iceta, todoterreno del socialismo catalán que lleva el 'baile político' en las venas

El grito de Iceta para pedir el voto para el PSOE: "¡No quiero volver al armario!"
El grito de Iceta para pedir el voto para el PSOE: "¡No quiero volver al armario!"
EFE

Concejal del Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat, director de Análisis de la Presidencia del Gobierno, diputado del PSOE, diputado del Parlament de Cataluña, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista Obrero Español, ponente para la reforma del Estatuto de Autonomía catalán, secretario general del PSC, candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat... Es solo un esbozo del currículo de Miquel Iceta (Barcelona, 1960).

Toda una vida dedicada a la política que se elevó un peldaño más cuando fue  propuesto por Ferraz para presidir el Senado, un puesto que también ocuparon, en su momento, los socialistas Javier Rojo, Juan Joisé Laborda y José Federico de Carvajal. Iceta podría ocupar el sillón principal de Bailén 3, después de que el Parlament le designara como senador en sustitución de José Montilla... pero chocó con ERC. 

Iceta tomaría el testigo de Pío García Escudero, que tutela la Cámara Alta desde el año 2011.

La elección de Iceta no era casual. Su formación en política regional, concretamente en la catalana, le otorga el conocimiento de las necesidades autonómicas, en un momento en el que las sensibilidades en este ámbito se encuentran en máxima tensión con la celebración del macrojuicio del procés en el Tribunal Supremo y con algunos de los líderes del independentismo catalán sentados en el banquillo de los acusados y en prisión.

Iceta, contrario a la celebración de una consulta sobre la independencia de Cataluña, sí sería sensible, no obstante, a realizar cambios en la Constitución Española y, también en el marco estatutario catalán.

Peso pesado dentro del PSC -destacable el que recibiese el 85% de los votos para ser elegido secretario general de la formación socialista en Cataluña- ha ejercido su papel de oposición dentro del Parlament, donde se encontraba, participando en un Pleno, cuando se hizo pública su propuesta para presidir el Senado.

Iceta es uno de los pocos políticos españoles que ha reconociudo abiertamente su homosexualidad. En una entrevista con el periodista televisivo Jorge Javier Vázquez aseguraba convencido: “Los armarios hay que quemarlos para que nadie pueda volver a ellos y sobre todo para que nadie se vea obligado a estar en ellos”.

La figura de Iceta, al margen estrictamente de lo político, se viralizó en la campaña electoral de 2015, cuando tras un acto político se puso a bailar en presencia de Pedro Sánchez, que se sumó sin complejos a la fiesta.

Con posterioridad, los asesores de su propio partido le exigieron que se abstuviese de bailar en actos públicos. Iceta, poco dado a aceptar imposiciones, siguió bailando, tanto en programas de televisión de máxima audiencia como en mítines de su formación.

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