Pablo Iglesias ha arrancado un compromiso concreto de Pedro Sánchez: iniciar una negociación "discreta" para intentar conformar un Gobierno de coalición o que el PSOE reciba apoyos puntuales e Unidas Podemos como socios prioritarios desde la oposición. Ninguna formación quiere mojarse en posibles pactos antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo y eso implica que los acuerdos para desatascar la investidura queden paralizados durante dos semanas y media.
El líder de Unidas Podemos ha avanzado tras reunirse en La Moncloa con el secretario general del PSOE y ganador de las elecciones del pasado 28 de abril que "estamos de acuerdo en ponernos de acuerdo". No ha concretado, por tanto, sus planes a medio plazo en una actitud muy diferente a la que empleó en 2016 cuando reclamó varios ministerios, el CNI y RTVE.
"Colaboración entre fuerzas progresistas". Así ha llamado Iglesias a este inicio de conversaciones que, según ha dicho, se irán concretando en los próximos meses con "discreción, prudencia y buena voluntad". Ha afirmado que esta negociación es una "demanda social" que se expresó en las urnas el pasado 28 de abril.
Iglesias, por tanto, no ha concretado hasta dónde está dispuesto a llegar él y Sánchez: a dar entrada en el Gobierno a dirigentes de Unidas Podemos o a encarar una legislatura en solitario con acuerdos puntuales con quienes ya fueron sus socios tanto en la moción de censura como en el intento de aprobar los Presupuestos Generales de 2019. Han sido apenas cinco minutos de comparecencia en la que Iglesias no se ha salido de su "estamos de acuerdo en ponernos de acuerdo".
La versión de Moncloa
Un portavoz oficial de La Moncloa habla, por su parte, del establecimiento desde hoy de "una voluntad renovada de cooperación y de entendimiento" con Iglesias. Definen el encuentro como "muy positivo y constructivo". "Ha servido para reconocer el trabajo de estos diez meses y los avances conjuntos que se han dado en beneficio de una amplia mayoría social para la recuperación de derechos y logro de mayores cuotas de justicia social", añaden fuentes del Gobierno en funciones.
Ambos líderes también han dialogado durante su reunión sobre la composición de la Mesa del Congreso. Será Adriana Lastra, por parte del PSOE, e Irene Montero, por UP, quienes negociarán los nombres que estarán en el órgano de Gobierno de la Cámara Baja. En principio, ambos partidos contarían con mayoría en la Mesa ya que, según los planes iniciales, los socialistas tendrían tres representantes y los morados dos.
La reunión del líder de Unidas Podemos con Pedro Sánchez ha durado más de dos horas. Ha sido la más amplia: con Casado estuvo hora y media y con Rivera apenas 50 minutos. En los gestos también se puede comprobar que la sintonía existe, como demuestra el gesto que tuvo el líder del PSOE dando un golpe cariñoso con la mano en la espalda de Iglesias antes de acceder al salón Tapies de Moncloa.
El secretario general de Podemos llegaba a su reunión con Sánchez con el objetivo de dialogar "sin líneas rojas, sin ultimátums y sin arrogancia" para conformar un Gobierno de coalición que inaugure "una nueva etapa de colaboración entre progresistas". Para el líder morado, el futuro Gobierno de coalición debería estar liderado "claramente" por el PSOE, pero , en su opinión, España necesita un pacto entre varias fuerzas para garantizar "la estabilidad". Podemos pretende abrir una consulta a los militantes inscritos para que decidan el voto de sus diputados en la sesión de investidura
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