La etapa de las políticas sociales de José Luis Rodríguez Zapatero como inspiración para las medidas pensadas de cara al futuro. Ese es el ejemplo que va a guiar la acción del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que lidera el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Un camino a seguir con el que sus responsables quieren recuperar la dotación presupuestaria para algunas políticas que la perdieron en los peores años de la crisis. El objetivo, en definitiva, es recuperar la definida como "cuarta parte del Estado del Bienestar", que es la que integra todas las ayudas sociales posibles. Lo que también supone una apuesta por aumentar el gasto sin que por el momento existan previsiones que apunten a que el movimiento pueda llevarse a cabo.
Tomar a Zapatero como referencia no es casualidad. El exlíder socialista diseñó una ambiciosa agenda social durante la primera legislatura en la que permaneció en Moncloa, que abarcó del año 2004 al 2008. La reforma más importante y de la que se sienten más orgullosos en el PSOE es la Ley de Dependencia, que dio una respuesta a los enfermos o ancianos que no podían valerse por sí mismos. Dentro del ámbito de la asistencia desde el Estado, las familias con hijos también tuvieron su parte del pastel por medio de la aprobación del cheque bebé, que otorgó desde el 1 de julio de 2007 hasta 2.500 euros por cada nuevo nacimiento o adopción. Junto a ellas, también forman parte del legado de ZP.
Todo lo mencionado anteriormente ahora forma parte de la cartera que lidera Iglesias junto a su 'número 2', el Secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. Fue este último el que reivindicó expresamente la etapa del expresidente, al expresar en su toma de posesión que quería recuperar la efectividad de esa "cuarta pata" del sistema de bienestar que se hizo notar desde 2004 con el PSOE en el Gobierno. Pero su objetivo no es limitarse a recuperar la dotación presupuestaria para lo que ya existía. La idea de la vicepresidencia, ahora situada en el Ministerio de Sanidad, es ir mucho más allá y fomentar que esa cartera de servicios llegue a muchos más colectivos. Por eso, lo primero que se rescatará del cajón será la Ley de Muerte Digna, que también es una prioridad para Pedro Sánchez.
Menores, ancianos y protección de animales
Las principales novedades se centrarán en tres ámbitos concretos. El primero será el de los menores, cuando el Consejo de Ministros envíe al Parlamento la Ley de Protección a la Infancia. Esta legislación, que ya dejó lista la exministra de Sanidad María Luisa Carcedo, situará a España a "la vanguardia" en la defensa de los niños que son víctimas de abusos sexuales. En lo referido a los ancianos, Iglesias ha insistido en que hace falta mucho más que una pensión para que estén atendidos. Por eso quiere preparar un programa de acompañamiento para los ancianos que se encuentren en situaciones de soledad no buscada. A esto se sumarían campañas de concienciación del problema y mejoras de los servicios sociales para estas personas.
Pero la legislación más novedosa, por haber sido inédita hasta la fecha, es la que tendrá que ver con los animales. El vicepresidente fijó como objetivo claro la elaboración de una ley específica de protección de los animales. Esto fijará una serie de obligaciones para los dueños de mascotas, a la vez que se regularán las posibles sanciones por maltrato o abandono. La duda está en si también se incluirá en la redacción de la misma a los animales salvajes o en cautividad. Esta iniciativa es un guiño a los colectivos animalistas, que siempre han estado muy presentes en Podemos. Aunque gran parte de los principales expertos en este área abandonaron el partido en dirección a Más País.
Toda esta acción desde la vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 está acordada con el presidente del Gobierno. Aunque el principal interesado en que todo esto salga adelante es Iglesias, Sánchez le avala porque quiere que se le recuerde por haber dejado una herencia de políticas sociales sólidas combinadas con un crecimiento económico robusto. El problema estará en el alto gasto que pueden suponer estas políticas, tal y como pasó durante los años de Zapatero. El dique de las aspiraciones de Podemos en el Consejo de Ministros será la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Un perfil que no gusta nada entre los morados, y que ya ha avisado de que algunas de las medidas de sus compañeros en el Ejecutivo no pueden aplicarse como ellos quieren.
Un referente... y el que más recortó
Otros motivos de esta preferencia por Zapatero de Iglesias y los suyos son de afinidad ideológica. E incluso personales. Por ejemplo, ZP también dejó aprobadas las leyes contra la Violencia de Género, de Igualdad, la del Matrimonio Homosexual o la de Memoria Histórica, todas ellas reivindicadas con fuerza por Podemos desde su nacimiento en 2014. Además, el ahora vicepresidente segundo tiene muy buena relación con él. Hasta el punto de que compartieron cenas en las que, según trascendió, le pidió consejo para desempeñarse mejor en su liderazgo en el partido morado.
La paradoja es que, aunque es cierto que Zapatero fue el abanderado del aumento de los servicios sociales cuando gobernaba, también es el responsable del decreto que supuso los mayores recortes en la historia del país. Fue en aquella comparecencia en el Congreso de mayo de 2010 cuando pasó a la posteridad al anunciar el tijeretazo a las pensiones y los sueldos de los funcionarios, además del fin del cheque bebé. Además, fue quien lideró la reforma del artículo 135 de la Constitución para priorizar el pago de la deuda por parte del Estado. Una decisión contra la que se manifestaron en la calle la mayoría de los actuales dirigentes de Podemos.
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