Calvo también apostaba por esa línea

Igualdad 'aparca' la prostitución pese a que Montero e Iglesias son abolicionistas

  • El Ministerio se escuda en el "debate en el feminismo" para no abordar una cuestión que era prioritaria, como aseguró la vicepresidenta primera.
Irene Montero, durante su comparecencia en el Congreso
Irene Montero, durante su comparecencia en el Congreso
EFE

Las "enormes dificultades" que tuvieron los gobiernos anteriores con el debate en torno a la prostitución ya empiezan a marcar la acción del actual Ejecutivo. El Ministerio de Igualdad no tiene previsto empezar una acción legislativa que desemboque en la abolición de la 'compra' de relaciones sexuales, al centrarse en otras prioridades. Un cambio de criterio que, según la ministra de Igualdad, Irene Montero, responde a esas "dificultades" antes mencionadas y al debate que hay en el feminismo al respecto. Lo que contrasta con la postura mostrada por ella misma o por el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que se han declarado abiertamente abolicionistas. Y que muestra una visión mucho más pesimista a la hora de abordar la cuestión con respecto a cómo lo hizo su predecesora, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo

La polémica en torno a la prostitución fue una de las cuestiones en las que Iglesias anunció que Igualdad pondría el foco de manera especial. Esta declaración de intenciones la hizo durante una entrevista al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero cuando aún era presentador de 'La Tuerka', el espacio que tuvo que abandonar por su llegada al Gobierno. En esta charla, Zapatero confesó que le habría gustado ser "mucho más duro" con el asunto e instó al Ejecutivo de coalición a iniciar la senda de "acabar con la prostitución", un hito que puso a la altura de la Ley de Matrimonio Homosexual. El ahora vicepresidente respondió que él estaba de acuerdo, pero que "abolición significa que deje de haber puticlubs en las carreteras y que deje de haber ciertos anuncios en la prensa". "Son tareas pendientes que el próximo Ministerio de Igualdad va a emprender con muchas ganas", añadió Iglesias.

Ahora, Montero ha rebajado las expectativas, al asegurar que la acción política de su departamento deba "pretender un debate histórico en el movimiento feminista, y menos aún este debe ser un debate que nos separe". Es decir, la ministra ha admitido en sede parlamentaria que la cuestión es tan controvertida que aún no es el momento de poner sobre la mesa un tema que genera tanta controversia y que puede dividir incluso a los sectores más cercanos a su partido, Podemos. "No voy a ser una ministra que se caracterice por hacer promesas que no pueda cumplir", ha señalado para justificar que sus prioridades estarán en otros asuntos.

Aunque Montero se ha detenido en su intervención expresamente para hablar de la contradicción que van a suponer sus deseos con lo que haga dentro del Ejecutivo, desde el Ministerio no han querido abundar en el asunto. Una omisión que se ha plasmado en la nota enviada a los medios sobre el paso de la ministra por la Comisión de Igualdad, donde no se menciona la reflexión de esta al respecto. Ni tan siquiera se menciona la palabra "prostitución" en las casi dos páginas elaboradas por el servicio de prensa de Igualdad. 

El PSOE lo llevaba en su programa

A pesar de la resignación de la ministra, la realidad es que este debate tampoco formó parte del pacto de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. En el texto se aludía a la explotación sexual, destacando que "nuestro país es uno de los países de tránsito y destino de muchas de estas mujeres y niñas que son obligadas a ejercer la prostitución". Pero el 'melón' de la abolición no se planteó en ningún momento. Tampoco estuvo en el programa de los morados para las elecciones generales del 10-N, al no hacer mención a la prostitución en concreto. Pero sí señalaban su apuesta contra la "trata y la explotación sexual o reproductiva".

La postura de Montero también es un jarro de agua fría para el talante proabolición que ha mostrado la vicepresidenta primera. Carmen Calvo ha repetido varias veces el talante "abolicionista" del Ejecutivo del PSOE, que en su programa hablaba de impulsar "medidas encaminadas a la abolición de la prostitución". Hace unas semanas, la propia Calvo insistía en que esta actividad era "crimen organizado" y la "esclavitud más antigua de la humanidad". Para abordarlo, la 'segunda' de Pedro Sánchez consideraba clave que la prostitución "no se considerara un trabajo". Asuntos a los que la titular de Igualdad no se ha referido en su intervención, a pesar de reiterar que comparte la eliminación de la misma. 

Mientras tanto, el primer paso del Ejecutivo va a ser contra la explotación sexual que se produce a través de la trata. Las víctimas de esta lacra sí encontrarán amparo en la futura Ley de Libertad Sexual, más conocida como la del "solo sí es sí". Según Montero, esta nueva norma servirá para "protegerlas y darles los derechos que corresponden". Una medida con la que se da cumplimiento al acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, que se marcó como objetivo su erradicación por ir "contra los derechos humanos". El pacto también abogaba por "terminar con las redes y las mafias que se lucran con la esclavitud".

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