El ala socialista del Gobierno está dispuesta a estudiar una 'tasa Covid' o tributo de solidaridad específico antes que poner en marcha un impuesto a las grandes fortunas. Es la respuesta que está dando el equipo de Pedro Sánchez a la propuesta de Unidas Podemos de aprobar un nuevo tributo a los ricos, según indican fuentes del Ejecutivo de coalición conocedoras de las conversaciones. Todos estos detalles los negocian y acuerdan directamente el presidente y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de cara a la búsqueda de nuevos ingresos que va a tener que abordar el Ministerio de Hacienda en los próximos meses.
Una 'tasa Covid' no es, efectivamente, lo mismo que un impuesto a las grandes fortunas. El planteamiento de los socialistas apunta a establecer un tributo puntual a las rentas del capital a modo de "impuesto para la reconstrucción" o sanitario. Es una opción que ya han defendido economistas de prestigio como Gabriel Zucman, Emmanuel Saez y Camille Landais, que proponen una tasa progresiva de este tipo en Europa. El planteamiento es, por tanto, una 'one-off tax' similar a la que está pensando activar Italia. Es una opción que, según explican las mismas fuentes, han abordado ya Sánchez e Iglesias en las conversaciones mantenidas para la fase de recuperación económica.
El presidente ha confirmado que su intención es poner en marcha el "programa de Gobierno que pactó la coalición". Esa "es la hoja de ruta con mayor vigencia y actualidad", ha señalado este sábado. Ese documento señalaba que PSOE y UP estudiarían "la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo". Fue una mención que se afinó especialmente durante las conversaciones de diciembre para hacer referencia a un impuesto a grandes fortunas. El plan de una 'tasa Covid' puntual encajaría en ese punto del acuerdo.
La tasa de reconstrucción que ha planteado Italia se aplicaría con carácter progresivo a los ciudadanos con rentas superiores a los 80.000 euros anuales durante 2020 y 2021, los cuales pagarían un 4% más de IRPF, e iría escalando hasta las rentas de más de un millón, que abonarían el 8% más. Todo ello durante dos años para ayudar al Estado a hacer frente a las dificultades económicas que ya está provocando el virus. La propuesta ha sido lanzada por el Partido Demócrata, que gobierna en Italia con el Movimiento 5 Estrellas, Italia Viva (la nueva formación de Matteo Renzi) y los izquierdistas Libres e Iguales. Calculan que recaudaría unos 1.250 millones y que los afectados serían unas 800.000 personas, menos del 2% de los contribuyentes. Los médicos, por cierto, estarán exentos.
Sánchez y el impuesto a las grandes fortunas de Iglesias
El impuesto a las grandes fortunas que, por su parte, ha lanzado Unidas Podemos no ha sido rechazado del todo por Sánchez, pero el presidente sí que ha enfriado este fin de semana la posibilidad de que pueda tener recorrido. El partido morado lo llevará a la Comisión de Reconstrucción Económica y Social del Congreso que acaba de echar a andar y, aunque varios grupos la ven con buenos ojos, necesitaría el apoyo de los socialistas. De esta forma, el presidente ha dado vía libre a que su socio de Gobierno pueda plantear utilizando el hemiciclo una tasa con la que Moncloa no se siente del todo cómoda. Iglesias, por su parte, ha afirmado en el Senado que hay empresarios que están "deseando" hacer un ejercicio de "patriotismo" y pagar los impuestos que le correspondan.
Este tributo que ha lanzado UP permitiría aumentar la recaudación en torno a un 1% del PIB (unos 11.000 millones de euros). Sustituiría, además, actual Impuesto de Patrimonio y afectaría a los patrimonios superiores a un millón de euros. Sería, además, progresivo, "de forma que la mayor parte del impuesto recaiga sobre los 1.000 patrimonios más altos", aseguran desde el partido. En el Gobierno hay quien ve problemas en la supresión de Patrimonio, pues habría que compensar a las comunidades autónomas que perciben una parte de su recaudación.
Poner en marcha un nuevo impuesto, ya sea 'tasa Covid' específico o impuesto a los ricos, tendría sus complicaciones. Para ello habría que crear esta figura fiscal a través de un proyecto de ley que tendría que ser sometido a consulta pública, primero, y a su aprobación en el Congreso, más tarde. No podría ser incluida en Presupuestos al ser una tasa de nueva creación, recuerdan fuentes de Hacienda.
Otra posibilidad que explora el Gobierno es subir en los próximos Presupuestos el IRPF a los tramos más altos. Según el acuerdo de coalición PSOE - UP se incrementarían dos puntos los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos para la parte que exceda de 300.000 euros. El tipo estatal sobre las rentas de capital se elevaría en 4 puntos porcentuales para dichas rentas superiores a 140.000 euros. Las fuentes consultadas no descartan revisar estas cifras.
En cuanto al resto de impuestos en marcha el Gobierno está estudiando cuáles podrían ir a los próximos Presupuestos y proyectos de ley. Existen dos sobre los que hay un debate especialmente intenso: la subida del diésel y el tributo a los billetes de avión. Sobre el primero una parte del Gobierno, con Unidas Podemos a la cabeza, viene manifestando su oposición a que sean las clases medias y bajas, que también conducen coches de gasóleo, quienes carguen con esta reforma. Y respecto al segundo, la crisis de las aerolíneas y la situación del turismo han hecho al Ejecutivo replantearse un tributo que se encontraba en consulta pública antes de decretarse el estado de alarma. El resto de impuestos que iban en los Presupuestos fracasados de 2019 siguen su curso, explican desde el Ejecutivo, y está previsto que se repitan en las cuentas públicas de 2021.
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