El Gobierno en funciones acaba de formalizar una de las licitaciones más esperadas del verano: la de la contratación de los helicópteros que se encargarán de la extinción de los incendios forestales, como los que estos días están asolando distintos puntos del país. Se trata de bombarderos pesados, capaces de llevar bolsas de agua con hasta 5.000 litros de capacidad, y que sirven de apoyo a los bomberos para acabar con las llamas en los bosques quemados. En esta ocasión el Ministerio de Agricultura ha vuelto a echar mano del polémico 'cártel del fuego' y de una de las firmas más importantes del sector.
Babcock ha sido la elegida para proveer el servicio con helicópteros bombarderos pesados para la lucha contra incendios durante los años 2019, 2020 y 2021. Son 16 millones de euros en total por tres lotes (dos han quedado vacantes) para prestar una misión considerada esencial en las campañas antiincendios. La firma de origen británico, que antes era conocida como Inaer, se encargará, por tanto, de poner tanto los medios técnicos como los pilotos especializados.
Para Babcock este servicio no es nuevo. Es una compañía especializada en este tipo de trabajos desde el aire, tanto en lo relativo a la extinción de incendios como a labores de emergencia. De hecho, ha sido la única firma que se ha presentado al concurso y, por tanto, la ganadora. La junta de contratación del Ministerio que dirige en funciones Luis Planas ha valorado de la forma que presentó "la mejor oferta para la administración, de acuerdo con los precios unitarios ofertados por su empresa, al ser la del precio más bajo".
De hecho, los medios de Babcock están trabajando durante las últimas horas en la extinción de los incendios declarados en las inmediaciones de Cadalso de los Vidrios, en Madrid, y de Tarragona, tal y como confirman fuentes internas de la compañía. Es considerada una de las empresas de referencia del sector, al disponer tanto de helicópteros como de aviones específicos capaces de 'atacar' las llamas desde el aire.
¿Qué es el 'cártel del fuego'?
Babcock se ha visto inmersa en una investigación de la juez Carmen Lamela, encargada del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, conocida como "el cártel del fuego" por, presuntamente, hacer negocio con la extinción de incendios en España. En un auto de 7 de junio de 2017 se puede leer que hasta catorce empresas se pudieron haber organizado para supuestamente repartirse los contratos de lucha contra los incendios en todo el país, tanto en concursos del Gobierno central como de los ejecutivos autonómicos.
El auto de Lamela es contundente: formarían una "organización" con "ánimo de lucro" que alteraría "el precio de los concursos" autonómicos y se repartirían el territorio nacional "por áreas de influencia". La jueza investiga si este grupo de empresas ha podido hacerse con más de 100 millones de euros, lo cual habría generado "un grave perjuicio para la economía española", según el mismo documento de la Audiencia Nacional. Desde Faasa, una de las empresas investigadas, aseguraron que el proceso se encuentra en fase de "diligencias previas" y que no ha habido ningún imputado por el momento.
Babcock y una amenaza de huelga
El pasado mes de junio los trabajadores de Babcock, que también se dedica al servicio de emergencias, protección civil, salvamento marítimo, rescate en montaña, vigilancia aduanera y asistencia a plataformas de petróleo y gas en España, anunciaron una huelga ante la propuesta de la empresa de reducir los salarios de sus trabajadores un 13%, llegando al 30% en algunos conceptos, según el sindicato de pilotos Sepla.
Pero la dirección de la compañía acabó retirando su propuesta y el comité de empresa desconvocó los paros hasta, al menos, este jueves 4 de julio. "Entendemos, por el comunicado de la empresa, que tan solo es una retirada dentro de una táctica evidente. Por eso la amenaza de la bajada salarial sigue latente para todos nosotros por lo que consideramos que debemos reservar nuestras fuerzas y recursos para más adelante", apuntan los empleados.
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