Incógnita electoral en Guinea Bissau: el vencedor y la actitud del Ejército

  • La subordinación de los militares al poder civil en Guinea Bissau planea, de nuevo, sobre las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo, como reconoce a Efe el ministro de Defensa y candidato, Baciro Dja.

Alfonso Bauluz

Bissau, 4 mar.- La subordinación de los militares al poder civil en Guinea Bissau planea, de nuevo, sobre las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo, como reconoce a Efe el ministro de Defensa y candidato, Baciro Dja.

No obstante, el ministro, que concurre como independiente del gobernante Partido para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), advierte que también debe atajarse la "instrumentalización" de las Fuerzas Armadas por las fuerzas políticas.

"Hay esta dicotomía de los militares de no respetar la Constitución y de los políticos de instrumentalizar a los militares", explicó.

En una entrevista antes de iniciar su acto de presentación de campaña en la capital de Guinea Bissau, Baciro Dja asegura contar con el respeto de las Fuerzas Armadas, que han sido protagonistas en todos los golpes y asonadas en este país, independizado de Portugal en 1974, so pretexto de su contribución a la guerra de la Independencia.

La retórica de la lucha anticolonial y la iconografía posrrevolucionaria se descascarilla a un ritmo parejo con el desmoronamiento de las escasas instituciones que prestan servicios básicos como la salud o la educación, con escalofriantes cifras de mortalidad infantil.

Pese a los informes favorables de las instituciones monetarias que aprueban el desempeño presupuestario de los últimos ejercicios, la realidad es que el país, uno de los que presenta los peores Índices de Desarrollo Humano del mundo, no ha mejorado ni la calidad de la asistencia sanitaria, ni la formación del profesorado.

Aunque si ha cobrado relativa estabilidad mientras empeoraban otros factores de enorme repercusión sobre la población, atenuada por la cooperación internacional e iniciativas privadas misioneras o seglares.

El propio ministro y aspirante a la Presidencia admite el enorme factor de riesgo que supone para el país haberse convertido, como él mismo dice en un "palco" de los narcotraficantes.

Si bien, Baciro Dja recuerda que "Guinea Bissau no tiene capacidad de consumir la droga" y subraya que los guineanos "no pueden ni comprar una botella de aceite, de agua, mucho menos van a poder comprar droga, que -destacó- es para los países ricos".

Aunque el mayor riesgo para la población, si cabe, no es siquiera el consumo desmesurado de sustancias estupefacientes, sino el cáncer que la denunciada presencia de narcos en el país supone para un Estado depauperado y escasamente articulado.

A sus promesas de hacer guardar el orden constitucional por el estamento castrense, el candidato reitera su voluntad de acabar con esa última plaga de las actividades criminales en las que algunos organismos internacionales de lucha contra el narcotráfico implican a altos mandos del Ejército y la Marina del país.

El aspirante a la Jefatura del Estado reconoció a Efe la "fragilidad" del país, considerado "fallido" en algunos informes de organismos internacionales, pero aseguró que será "firme" e "intransigente" y negó cualquier relación "con algunas redes o intereses oscuros"

Las primeras horas de la campaña electoral del país transcurren con normalidad, salvo el accidente provocado en la noche del sábado por el remolque de un camión de una caravana electoral, que arrolló e hirió a siete personas, una de ellas gravemente.

Hoy las comitivas con su ruidosa megafonía continuaban atronando las arterias principales de Bissau, las banderolas y carteles cuelgan en las modestas viviendas de los barrios más pobres y en las sedes de los partidos donde simpatizantes y militantes se esfuerzan por conquistar con música la voluntad popular.

El resultado electoral es aún una incógnita, con un claro favorito en el actual primer ministro, Carlos Gomez Junior "Cadogo", acusado por la oposición de emplear en su campaña los recursos estatales.

Su poderío se observa no sólo en la cilindrada de los vehículos todoterreno que patrullan con sus estandartes la ciudad, en la envergadura de su fortuna, sino en la abrumadora mayoría de carteles y propaganda.

Tal vez, el lugar al que el informativo de la televisión estatal relegó en el inicio de la campaña al titular de la cartera de Defensa pueda dar una pista de quien puede ser su auténtico rival, si bien está por comprobar que los altos mandos militares acaten cualquier resultado y respeten el veredicto de las urnas.

Su pureza deberá ser avalada por los observadores internacionales, entre ellos los de la Unión Europea, el primer donante.

Del resultado electoral y el clima de seguridad,la jurídica incluida, dependerá la inversión exterior, en un país literalmente hambriento de actividad económica que le desatasque de su marasmo.

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