Madrid, 8 nov.- La invalidez permanente que sufre el trabajador Jaime Pascual desde que le cayó encima una puerta corredera de hierro cuando pintaba el cementerio municipal del Lleida será compensada con una indemnización de más de 169.000 euros, según una sentencia del Tribunal Supremo conocida hoy.
Los hechos sucedieron en 2007 cuando se desplomó sobre la víctima una puerta de más de 6 metros de anchura y 4 de altura, cuando se disponía a pintarla a primeras horas del día 24 de octubre de ese año, lo que le causó traumatismo torácico, fracturas costales, de pelvis y piernas y, en definitiva, una incapacidad permanente para todo tipo de trabajo cuando tenía 48 años.
El demandante reclamó una indemnización contra la empresa que instaló la puerta, "Talleres Ballespí S.L." y su aseguradora de responsabilidad civil, "Reale Seguros Generales S.A.", pero en primera instancia su pretensión fue rechazada.
Ahora el Supremo confirma el fallo del tribunal de apelación porque, dice, la empresa que "instala en un cementerio municipal una puerta corredera metálica de seis metros de anchura por cuatro de altura debe hacerlo en condiciones de evitar que la puerta caiga no solo sobre los trabajadores de la obra del cementerio sino sobre cualquier persona".
Y esa instalación debe hacerse garantizando que no hay riesgos no ya para un trabajador, sino para cualquier persona, añade el tribunal, que califica de insostenible el argumento de la defensa de los demandados, que arguyó que la existencia de gravilla pudo causar el desplome.
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