Indígenas reciben al presidente de Colombia con abucheos en medio del fuego

  • Los indígenas del Cauca recibieron hoy al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, entre abucheos en Toribío, una pequeña localidad del suroeste del país rodeada de retenes guerrilleros y acosada por las ráfagas de metralleta provenientes de los aviones del Ejército.

Toribío (Colombia), 11 jul.- Los indígenas del Cauca recibieron hoy al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, entre abucheos en Toribío, una pequeña localidad del suroeste del país rodeada de retenes guerrilleros y acosada por las ráfagas de metralleta provenientes de los aviones del Ejército.

Santos, que rechazó hoy retirar a la fuerza pública de la zona, acudió a esta localidad del departamento del Cauca, uno de los más violentos de Colombia, para presidir un consejo de ministros y analizar la situación tras días de hostigamientos de las FARC y bombardeos que han dejado un niño muerto y quince personas heridas.

Esa ruidosa bienvenida, en la que entre los abucheos se escuchaban gritos como "fuera, fuera", fue protagonizada por los nasa, el pueblo aborigen mayoritario en el Cauca y el que le hizo vivir a Santos uno de los momentos más incómodos desde que llegó a la Presidencia, en agosto de 2010.

Ese recibimiento se unió a los hostigamientos de los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) previos a la llegada del gobernante y sus ministros.

El acoso de las FARC se tradujo también en la activación de una pequeña bomba a las afueras de la localidad, que en los últimos diez años ha sido objeto de más de 400 incursiones de las FARC.

El viaje de Santos a Toribío implicó un gran despliegue de la Fuerza Aérea, que movilizó aviones de inteligencia y helicópteros para desalojar o mantener a raya, con bombardeos, a los rebeldes que mantenían posiciones en las cercanías, mientras el presidente celebraba su reunión con los ministros.

Efe comprobó cómo los guerrilleros de las FARC estaban apostados en parajes distantes apenas diez minutos por carretera del casco urbano de Toribío y desde donde enviaron, además de ráfagas de metralleta, un saludo a Santos.

"Aquí nos encontramos a un kilómetro de donde se encuentra el presidente de la República", declaró "Johan", alias de un miliciano del sexto frente de las FARC que habló a los periodistas en un paraje llamado Río Negro, a apenas un kilómetro de Toribío.

El rebelde adelantó que solo se retirarán una vez que las fuerzas de seguridad desalojen sus bases.

Con el abucheo, los nasas se manifestaron en contra de la presencia en su territorio de las fuerzas de seguridad del Estado, cuya retirada exigen junto a la de la guerrilla.

El líder aborigen Carlos Andrés Alfonso, consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín), dijo a Efe que su pueblo tiene la legitimidad, por derecho constitucional, para ejercer el control de sus territorios ancestrales.

"No queremos más ejército ni más guerrilla acá", afirmó Alfonso, quien esperaba en Toribío reunirse con Santos, una cita que finalmente no se celebró.

Alfonso notificó que la Guardia Indígena, cuerpo de aborígenes armados con bastones de madera, continuará en su tarea de desmantelar los puestos y trincheras militares y policiales en Toribío y que hará lo mismo en otras localidades donde habitan los nasas.

Pero el presidente les respondió que no retirará a la fuerza pública del Cauca, al recordar que precisamente a causa de la situación de inseguridad ha incrementado en 2.000 hombres el pie de fuerza en ese departamento en los últimos meses.

"Nosotros también estamos cansados de la guerra, pero por ningún motivo podemos desmilitarizar un solo centímetro de nuestro territorio", afirmó Santos.

Los indígenas colombianos se han declarado neutrales ante el conflicto interno y, en virtud de ello, exigen la retirada de sus territorios de las fuerzas de seguridad y los grupos armados ilegales.

Es una exigencia que defienden con renovada fuerza desde el pasado 8 de julio, cuando la Acín anunció en una carta abierta que su pueblo de declaraba en "resistencia permanente hasta que los grupos y ejércitos armados se vayan" de sus territorios.

Los indígenas dieron ese aviso en un momento de alta actividad de las FARC, situación que llevó a Santos a convocar en Toribío un consejo extraordinario de ministros, el cuarto que celebra fuera de Bogotá desde que asumió la Presidencia en agosto de 2010.

El gobernante anticipó que su Gobierno ha avanzado en la elaboración del llamado Plan Cauca para ese departamento, del que dijo es "muy importante de inversión social".

Pero los indígenas le restaron importancia al proyecto anunciado por Santos, al considerar que no le conviene a la minoría étnica, por cuanto no responde a sus exigencias, entre ellas la de la retirada de las fuerzas de seguridad de su tierra ancestral.

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