Indignación frente a silencio: así ven los catalanes la detención de 'los Jordis'

  • Los ciudadanos que apoyan la orden del juez Carmen Lamela prefieran guardar silencio a dar su opinón en público. 
Protesta por la encarcelación de Sánchez y Cuixart
Protesta por la encarcelación de Sánchez y Cuixart
EFE

En las terrazas, los parques y las paradas de autobús, el tema de conversación sigue siendo el mismo. Han pasado 16 días del referéndum ilegal y los catalanes siguen igual de divididos. La detención de Jordi Sànchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y Jordi Cuixart, máximo responsable de Òmnium Cultural, está en boca de todos.

Los contrarios a la decisión de la juez Carmen Lamela de encarcelar a los presuntos agitadores del proceso independentista no dudan en mostrar su indignación y tachar de vergüenza la decisión de Lamela. “Rajoy ha mezclado el poder judicial con la política, deberían ser independientes. Por eso, ambos son presos políticos”, aseguraba un vecino de Barcelona.

Esta ha sido la tónica de la mayoría de las personas que han querido dar sus opiniones sobre este hecho. Una joven barcelonesa se mostraba muy triste ante lo sucedido y reiteraba una y otra vez que los ciudadanos catalanes no son el problema y que desde el resto de España se está dando una imagen inadecuada de la situación.

“No podemos hablar”

Una vecina de San Sebastián pero residente en Barcelona desde hace cuatro años era de las pocas personas que daba una opinión diferente al resto. “Lo que han hecho es que se vea ahora a los dos Jordis como víctimas, cuando han cometido un delito. De todas, lo que está pasando ahora me recuerda mucho a lo que se vivió en el País Vasco en los 80 y ahora lo veo como algo pasado de moda”, ha apuntado.

Minutos antes de la manifestación, la gente comenzaba a llegar por Passeig de Gràcia. Por esta calle paseaba un grupo de tres mujeres de mediana edad.“No podemos hablar. Ya nos gustaría decir lo que pensamos pero no podemos”, decía una señora mientras nos pedía que no la enfocáramos con la cámara. Una de sus acompañantes matizaba: “No sería bueno para nosotras dar nuestra opinión”.

En este río revuelto de opinión también hay gente que se muestra cansada y harta de la situación. “No tengo una opinión sobre esto, solo quiero que hablen las dos partes y lleguen a alguna conclusión con todo lo que está pasando. Estoy harta de este tema", opinaba una mujer.

Barcelona al igual que sus vecinos vive entre dos ambientes. Si se mira a los edificios se pueden ver balcones en los que codo con codo ondean esteladas junto a banderas españolas. Comunidades de vecinos divididas por banderas, lo mismo que sus habitantes.

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