"Fuera JOH (Juan Orlando Hernández)", gritaban en el bulevar Los Próceres de la capital, este, unos cien miembros de la denominada Oposición Indignada.
Los Indignados programaron los bloqueos en una segunda fase de su lucha, después que en la capital han marchado con antorchas desde hace trece viernes, y otros días en otras ciudades del país, exigiendo la renuncia del presidente y la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad de Honduras (CICIH) de Naciones Unidas.
"Queremos la CICIH, queremos la CICIH", gritaban también los indignados que habían bloqueado las calles con piedras y vehículos, que fueron levantados por los policías.
"Les estamos pidiendo que desalojen la vía por la vía pacífica" porque "hay una violación a la normativa" de la libre locomoción, afirmó un oficial de la policía, Wilmer Torres, en esa zona de Los Próceres.
"No vamos a exponer la vida pero denunciamos al gobierno que está reprimiendo al pueblo", gritó uno de los movilizados apoyándose con un megáfono.
Pero el contingente de unos cien policías antimotines armados con palos, escudos y bombas lacrimógenas desalojó a los manifestantes.
En el Anillo Periférico, sur de la ciudad, también policías desalojaron a unos cincuenta jóvenes que habían bloqueado el paso, provocando una larga fila de vehículos mientras cientos de personas caminaban hacia sus trabajos.
Los indignados dieron a conocer en un comunicado que bloquearían la calle en ocho puntos, siete en la capital y el paso aduanero en Las Manos entre Honduras y Nicaragua.
"Nuestros único propósito es lograr que Honduras se libere de la corrupción y la impunidad comenzando con la urgente necesidad de la instalación de una Comisión contra la Impunidad", añadieron en el comunicado.
Los Indignados iniciaron marchas en mayo luego que la fiscalía detectó que cerca de 330 millones de dólares fueron saqueados del Seguro Social en cinco años y el presidente admitió haber sabido después que unos 94.000 dólares ingresaron a la campaña política que lo llevó al poder.
Representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Organización de Estados Americanos (OEA) han tratado de ayudar al gobierno a instalar un diálogo con los Indignados, pero ellos se han negado mientras no se instale la CICIH.
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