Cannes, 4 nov.- Una veintena de "indignados" españoles ha llegado esta tarde ante el Palacio de Festivales de Cannes (Francia) para protestar contra el G20, aunque el despliegue policial que ha protegido la cumbre ha impedido que oyeran sus gritos los líderes mundiales, ya de camino a casa.
En los días previos a la cumbre manifestantes procedentes de todo el mundo han viajado a Francia para mostrar su oposición a una alianza mundial que, a su juicio, se olvida de los derechos de los más desfavorecidos, pero el férreo control policial francés los ha retenido en la cercana localidad de Niza, donde instalaron sus tiendas de campaña.
Hoy dos decenas de jóvenes españoles han decidido marchar hasta Cannes, aunque sólo han llegado a las puertas del Palacio de Festivales cuando los jefes de Estado y de Gobierno ya habían partido con sus delegaciones.
Según sus informaciones, tres de sus compañeros, procedentes de La Rioja, Pamplona y Madrid, han sido juzgados en Niza y condenados a cumplir un mes de prisión.
Portaban, según su versión, material de escalada que la policía considera armas.
Bárbara, procedente de Galicia, ha resumido en declaraciones a Efe sus reivindicaciones: la lucha por los derechos humanos, la democracia participativa, la condena de las "deudas ilegítimas", la soberanía alimentaria y la crítica a la multinacional Monsanto por extender los transgénicos y favorecer la expropiación de tierras de campesinos.
No se quieren identificar como indignados, sino como representantes de diversas organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos.
Pablo, que ha viajado a Francia desde la acampada levantada ante la catedral de San Pablo en Londres, ha denunciado el excesivo despliegue policial que ha impedido que se oiga la voz de los manifestantes.
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