Indonesia ejecuta a un preso brasileño condenado por tráfico de drogas

  • El brasileño Marco Archer Cardoso Moreira fue ejecutado hoy en Indonesia, tras pasar más de una década en el corredor de la muerte condenado por narcotráfico, a pesar de la petición de clemencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Bangkok, 18 ene.- El brasileño Marco Archer Cardoso Moreira fue ejecutado hoy en Indonesia, tras pasar más de una década en el corredor de la muerte condenado por narcotráfico, a pesar de la petición de clemencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Moreira, de 53 años, fue fusilado entre las 00.00 y 00.45 hora local (17.00 y 17.45 GMT del sábado) junto a otros cinco condenados a muerte por drogas en la isla Java, informó el canal de televisión TV ONE.

La presidenta de Brasil llamó el viernes por teléfono a su homólogo indonesio, Joko Widodo, para abogar por la vida de Moreira, detenido en 2003 en el aeropuerto de Yakarta cuando intentaba ingresar en el país con 13,4 kilos de cocaína escondidos en los tubos de un ala delta.

Widodo, que ha insistido en que no perdonaría las condenas a muerte por delitos relacionados con el tráfico de drogas, respondió que "no podría conmutar la sentencia" pues se habían cumplido todos los trámites legales.

Rousseff ha llamado a consultas al embajador brasileño en Indonesia y ha indicado que la ejecución afectará a las relaciones entre ambos países.

Moreira fue fusilado en la penitenciaría de Nusakambangan junto con el malauí Namaona Deni, de 48 años, el nigeriano Daniel Enemua (38), el holandés Ang Kim Soei (62) y la indonesia Rani Andriani, mientras que la vietnamita Tran Thi Bich Hanh, de 37 años, murió ajusticiada en la prisión de Boyolali, también en Java, informó la agencia estatal Antara.

Un funcionario de prisiones indicó que las cenizas de Moreira serán enviadas a su familia en Brasil.

Antes de la ejecución, el fiscal general de Indonesia, Praseyto, dijo que el 30 de diciembre fueron rechazadas las peticiones de clemencia para los seis condenados, todos ellos por un delito de tráfico de drogas.

"Esto enviará un mensaje a los miembros de los sindicatos de la droga. No hay clemencia para los traficantes", indicó el fiscal general.

Estas serán las primeras de las 20 ejecuciones que las autoridades indonesias planean llevar a cabo este año después de que en 2014 no se realizara ninguna y pese a nuevas peticiones de clemencia de última hora.

Otro brasileño, Rodrigo Muxfeldt Gularte, se encuentra en el corredor de la muerte en Indonesia también condenado por tráfico de estupefacientes.

Amnistía Internacional (AI) pidió una moratoria de la pena de muerte a Widodo, que tomó posesión del cargo en octubre y ha sido considerado por muchos activistas como una esperanza de cambio en el país.

"El nuevo Gobierno indonesio juró el cargo con la promesa de mejorar el respeto por los derechos humanos, pero proceder con estas ejecuciones sería un movimiento regresivo", dijo el director de AI en Asia, Rupert Abbott.

Una docena de organizaciones locales dedicadas a la atención de toxicómanos enviaron una carta al presidente indonesio pidiéndole también que posponga las ejecuciones.

Uno de los firmantes, el fundador de Fortalecimiento y Acción por la Justicia, Rudhy Wedhasmara, dijo que la solución al tráfico de drogas no es la pena de muerte, cuyas víctimas, dijo, son personas en una posición débil y vulnerable, y no los jefes de las redes de tráfico.

"El Estado no debería poner la carga de su fracaso en la lucha contra la droga en la pena de muerte. Por aquellos que sabemos y sentimos realmente los efectos dañinos del tráfico ilícito, queremos que este sea combatido sin causar la muerte", dijo Wedhasmara, según el portal indonesio "Kompas".

Mostrar comentarios