Intrahistoria de una decisión que marcará el futuro

El Gobierno desoye al Supremo y asume el terremoto político sobre los indultos

Sánchez fijó su posición desde Bruselas y el Congreso tras un profundo debate interno. El PSOE se juega su futuro y está dispuesto a asumirlo. El anuncio se hizo para dar la 'bienvenida' al nuevo Govern de Aragonès.

Pedro Sánchez
Moncloa mide los tiempos para paliar el coste político que implican los indultos
Agencia EFE

La decisión política de indultar parcialmente a los doce líderes del 'procés' ya está tomada pese al demoledor informe del Supremo. Tras un profundo debate interno en la cúpula del Gobierno, Pedro Sánchez y su grupo de pretorianos ha decidido actuar con "determinación", "audacia" y "valentía". Así se expresan fuentes de Moncloa en relación a una decisión que asumen en primera persona y que ya anticipan que va a causar problemas tanto internos, en el seno del PSOE, como externos. La legislatura, dicen, depende de esta medida de gracia, por eso se han medido los tiempos, para dar el paso en el momento adecuado e intentar prolongar la legislatura hasta diciembre de 2023. En el núcleo duro del Gobierno contaban con una posición contraria por parte del Alto Tribunal, que ha considerado que aplicar los indultos es una "decisión inaceptable".

Moncloa ha tomado la decisión como una de las más importantes del mandato de Sánchez. Si la era Rajoy será recordada por aplicar el artículo 155 de la Constitución, el presidente y su equipo son conscientes de que los indultos suponen un coste político innegable que están dispuestos a asumir. Se aleja la posibilidad de renovar el CGPJ o el TC con el PP pero se da un paso importante en la relación con sus socios parlamentarios que apoyaron la moción de censura y más tarde sus primeros Presupuestos. El Gobierno, por tanto, tiene dos años y medio de 'viacrucis parlamentario' con PP y Vox a partir de que se ejecute la decisión, pero una relación más engrasada con ERC y Junts, algo que se da por descontado, y con partidos como PNV, EH Bildu o Compromís. No es baladí en un momento de debilidad política de Sánchez tras el 4-M y con todas las encuestas publicadas en contra.

El Gobierno está midiendo todos los pasos y escogiendo el momento, explican fuentes del Ejecutivo. Se ha optado por lanzar el mensaje tras el 4-M y sin elecciones a corto plazo a la vista. Se ha elegido también a propósito el lugar, en Bruselas tras un Consejo Europeo y en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Y se ha calibrado también la lejanía de posibles comicios. Las únicas revalidas en el calendario que tiene que afrontar Sánchez son las inminentes primarias en el PSOE de Andalucía (que, según las mismas fuentes, son un "win-win", gane quien gane, Susana Díaz o Juan Espadas, los dos candidatos con posibilidades reales) y una posible convocatoria de los comicios autonómicos para otoño si Juanma Moreno decide apretar el botón. 

Moncloa destaca la "determinación", "audacia" y "valentía" con una decisión que marcará su mandato

Moncloa también ha escogido a conciencia los términos empleados por Sánchez para caminar hacia los indultos. El presidente ha hablado de "los valores constitucionales", de la "concordia", de superar el castigo, y lo que hecho, como decimos, en el marco de Bruselas y el Congreso. No es baladí tampoco acusar al PP de inmovilismo y de afirmar, como hizo el presidente, que "a quien le hicieron un 1-O y le plantearon un Declaración Unilateral de Independencia fue a un Gobierno" de Rajoy. Los populares recurrirán los indultos al Supremo y preparan una ofensiva contra una decisión que, como dijo Casado, vulnera el Código ético del PSOE.

Sánchez durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles

Enfrentarse al criterio del Supremo y de la Fiscalía es también un hito que va a ir acompañado de más medidas de "generosidad" con el bloque independentista catalán, añaden las fuentes consultadas. La reforma del Código Penal está en marcha y en ella se incluye una "adaptación" del delito de sedición. En este sentido el Ejecutivo también está midiendo los tiempos para lanzar los cambios "en paralelo" a la concesión de los indultos.

La gran duda que surge en el Gobierno es si estas decisiones en ciernes serán "suficientes" para conseguir reconducir políticamente la relación con la Generalitat. De momento el president Pere Aragonès ya ha avisado que su objetivo es la amnistía y la autodeterminación, asuntos que el Ejecutivo central no está dispuesto a abordar en la Mesa bilateral que se va a abrir en breve. Aragonès tiene previsto llamar a Sánchez en las próximas horas para reactivar este foro de diálogo que se vio interrumpido por la pandemia. En esa Mesa, por cierto, estará Yolanda Díaz, según indican las fuentes consultadas, como ya estuvo Iglesias. El exvicepresidente no se llegó a estrenar en la negociación por una "amigdalitis".

La 'Operación Reencuentro con Cataluña' está provocando un revuelo intenso en el PSOE. El giro de Sánchez no ha pasado desapercibido en los territorios, que ven problemas a una decisión que difiere de la que defendió el presidente en el momento de hacerse pública la sentencia ("en un Estado Social y Democrático de Derecho acatamiento significa su íntegro cumplimiento", afirmó entonces) o cuando apoyó sin fisuras la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Estos críticos consideran que los indultos perjudican las expectativas de los socialistas en territorios como Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura donde están librando la batalla contra el PP por absorber el voto huérfano de Ciudadanos.

Entre este grupo de 'antiindultos' se encuentra, por ejemplo, Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha llegado a pronunciar en público un "que se metan el indulto por donde les quepa". Guillermo Fernández Vara, por su parte, dijo en su día que le parecía "una falta de respeto a la justicia" hablar tan siquiera de esta medida de gracia. Y la propia Susana Díaz, candidata a las primarias del PSOE de Andalucía, ha definido como un "disparate" hablar de ellos. Diputados y cuadros medios también se han expresado en las últimas horas en este sentido. En Ferraz conocen este "ruido" con la decisión que apunta que tomará el Gobierno que, por cierto, ya ha sido censurada por Inés Arrimadas. Los nueve diputados naranjas se alejan del Gobierno. 

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